viernes, 24 de mayo de 2013

Madame Kalula



Después de la pequeña batalla campal que se ha organizado cuando Lore ha descubierto nuestra pequeña travesura de fumarnos la china que guardaba con el cola-cao.
Solo hemos alcanzado un amago de paz tras abonarle entre las dos una cantidad que me ha parecido desorbitada por la droga ( no estoy al tanto de como anda el mercado pero creo que la Lore ha aprovechado para rellenar su despensa de alucinógenos a nuestra costa durante una temporada ), hacer renovar a Bri el voto de no traer "cosas-con-polla" a casa si no ha habido consenso previo entre las inquilinas y claro, hacerle prometer nosotras a ella que iba a llevarnos a ver a la bruja.
- Se llama Madame Kalula, y es una celebridad en el mundo sobrenatural -dice emocionada mientras se retoca una raya del ojo ancha como mis muñecas-. No puedo asegurar que os haga un hueco, pero es una tía suuuper integra y que proyecta mogollón, ya lo vais a ver...
- ¿Que proyecta el qué? -pregunto muy mosca ya porque ya estoy algo harta de trascender-.
- Pues energía positiva, tía, qué va a ser. Proyecta pero tambien capta, ojo, y si te ve un karma un poco chungo lo mismo te pone de patitas en la calle, y eso no va a ser culpa mía, ¿eh?
- Más te vale que hoy reciba porque si no te pongo patas abajo y recupero toda la pasta que nos has sisado. Y TU, BRIDGET, VAS A QUEDARTE AHÍ O VAS A ACOMPAÑARNOS...-mi amiga todavía no ha metabolizado todo lo que se ha metido y está arrodillada ante el altarcito de su Barbie murmurándole incoherencias, parece evidente que no vamos a poder contar con ella para la siguiente fase de la misión, por lo cual le digo a Lore-...vamos a tener que ser solo tu y yo, ¿vale?
-...¡glup!...vale. Pero no te hagas ilusiones conmigo en plan tu Indiana Jones y yo la rubia del templo maldito porque tengo una relación estable y no quiero estropearla montándome películas con chicas con polla, ¿okey?
Estoy por darle una guantada y decirle que a mi no me van las tías y mucho menos si son góticas y jilipollas, pero se me  plantea de pronto "la pregunta": si no logro desembarazarme de mi nuevo paquete, ¿qué será lo que me gustará? ¿seguirán siendo los tíos?...¿serán las tías?...y tanto si son unos como otros, ¿como llevarán acostarse con la nueva especie de híbrido en la que me he convertido? ¿y si a nadie le gusto por ser un bicho raro? ¿Estaré condenada a la soledad de por vida?
Lore cree entender en mi gesto de preocupación que me siento rechazada y me da unas palmaditas en el hombro:
- ...no pasa nada, tía, no se acaba el mundo, ya me gustaría a mi darte el gusto aunque no fuese más que por curiosidad, tu ya me entiendes, jijiji, pero soy superfiel, de veras, no podría hacerle esto a mi Vane, ¿entiendes?
- Déjate de monsergas y vamos ya a ver a la bruja esa. Que si no estoy en mi casa antes de las once y como nueva vamos a volver aquí y voy a fregar con tu culo esta pocilga de apartamento.
Nos vamos a la calle, ella repitiendo todo el rato "pero-que-chunga-eres-tia" y yo rugiendo incomodísima por no ser capaz de colocar mis nuevos atributos de una forma en que no me sean tan molestos de aguantar.
El trayecto es afortunadamente corto, el local de Mme. Kalula está ubicado en el centro de una zona de copas muy cercana a casa de Bridget, una zona que yo frecuentaba con mis colegas del instituto en aquellos tiempos dorados de inconsciencia y botellón y que ya empieza a estar muy animada como buen jueves-noche que se precie. De hecho la sede desde la que Mme. Kalula se comunica con el otro barrio, proyecta y percibe, es el "Madame Kalula's Mojitos Bar", un tugurio más pequeño que el cuarto de baño de mi casa con la música a tope, cuarenta pardillos dando saltos codo con codo a un lado de la barra y al otro una rubia pechugona con cara de mala hostia poniendo copas como quien le echa pienso a las gallinas.
- VAYA, QUE MISTICO TODO -le digo a la Lore que entra esa cara de emoción religiosa contenida que supongo pone una para ir a besarle el anillo al arzobispo-ESTOY ACOJONADA, TIA.
- ESTO ES LA TAPADERA, MADAME ESTÁ ATRÁS -responde ella con un ligero gesto de fastidio como si estuviese harta de dar explicaciones a los paganos-.
Accedo al interior de las instalaciones pensando lo que ocurriría si alguna de mis nuevas y perfeccionadas amigas me viese allí, en un chiringuito tan poco "chic" y en una zona "de críos" que haría a todas poner los ojos en blanco y decir "¡pero que dicesss, tíaaaa!" ante la sola sugerencia de asomar la nariz dentro a ver qué hay...
...por eso me quedo muerta cuando en el exiguo espacio del bar, rodeada de un aura que parece que nadie se atreve a atravesar, me encuentro a Espe...
Espe es mi prototipo de mujer perfecta: una abogada de éxito que vive en una casa de ensueño en las afueras con jardín y piscina, y cuyos amantes -de duración nunca superior a los seis meses- siempre parecen sacados de catálogos de ropa interior masculina ( y encima siempre resultan cultos y educados, puta ciencia-ficción si no lo ves para creerlo ) No va al gimnasio pero tiene un cuerpo perfecto, luce una melena oscura que no le importa zarandear sin darse importancia para dejar a todo el mundo colapsado, unos dientes cuyo único cuidado dice ser cepillarse con Licor del Polo y además la tía tiene un estilazo tremendo, porque ahora mismo está delante mío con un traje pantalón color burdeos y unos zapatazos de morirte y da la sensación que brilla con luz propia en medio de la chusma. Para colmo, ni siquiera nos da la satisfacción de poder comentar entre nosotras “sí, muy fisna pero menuda jilipollas” porque resulta que es simpatica, dulce, inteligente, buena amiga, es decir, dan ganas de matarla para evitar que se reproduzca y pueda llenar el mundo de mujeres perfectas que nos inspiren a las demás deseos de enterrarnos en estiercol y dejar que crezcan champiñones sobre nuestras cabezas.
Cuando me ve aparecer en compañía de la gótica esboza una hermosa sonrisa y corre a darme un rápido abrazo gracias al cual puedo aspirar una levísima fragancia floral que no sé cual será pero ya estoy tratando de memorizar para volver loca a la de la perfumería de mi barrio mañana mismo.
- ¡Sheila, que alegría!...¿como tú por aquí?
Trato de comportarme como una zorra y enseño dientes al decirla lo de:
- No, la pregunta es: ¿qué haces tú aquí?...¡pero Espe, que ya no somos unas crías, tíaaaaa!
Si percibe maldad en mi respuesta no lo demuestra, solo señala a un grupo de tías pequeñitas y gorditas que beben pepermint y dan gritos y me dice en tono de complicidad:
-Me han traido ellas...estoy siguiendo unos seminarios sobre culturas primitivas ¡super interesantes, de verdad! y como hoy era jueves las chicas han propuesto salir a tomar una copa, así que aquí me tienes...eh, no conozco a tu amiga, nunca la has traído a nuestras salidas -suelta de pronto sonriendo a la Lore y tendiéndole la mano- ¿que tal estás? Soy Esperanza.
La Lore no parece acostumbrada a que seres humanos pertenecientes a un nivel evolutivo superior reparen en su presencia salvo para decirle "¡Chita!¡Angawa!", por lo cual primero se pone roja, luego resopla y por fin estrecha con timidez la mano de super-woman.
- Soy Lore, qué tal, tía.
Sonaré horrible pero siento la necesidad de mostrar una relativa distancia afectiva y personal con Lore, por ello me interpongo entre las dos y digo:
- En realidad Lore y yo nos acabamos de conocer, ¿sabes?...es compañera de piso de Bridget, ya sabes, la gordita que trabaja conmigo, y me ha traído aquí porque...
-...porque le ha salido un rabo de la noche a la mañana y vamos a ver si podemos pedir ayuda a los espíritus -gruñe la Lore mosqueada por mi intervención-.Para que le quiten el pito, ya sabes.
Eso sin duda deja a Espe un segundo con la boca abierta, después sonríe, me mira buscando en mi mirada algún gesto que le haga entender que se trata de una broma, y claro, tengo que responder en consecuencia:
- ¡ah, ha-ha-ha! Tienes que perdonar a mi colega Lore, tiene problemas de comunicación empática, no acierta a decir lo que quiere decir sin meter la gamba. Realmente estamos haciendo una investigación sociológica por cuenta de mi empresa y por cosas del muestreo aleatorio y tal nos ha tocado venir aquí y, como Lore es una habitual, pues se ha ofrecido a acompañarme...¡no de muy buena gana, ha-ha-ha, de ahí lo del rabo, ha-ha-ha-ha!, pero tranquila estamos todas bien, ¿VERDAD LORE?
La Lore no contesta, pone los ojos en el infinito como un chucho aburrido de estar atado a una farola, en cambio Espe sí responde al momento:
- ¡Vaya, que interesante! ¿y de qué va la investigación? ¿teneis tiempo de tomaros algo con nosotras mientras nos lo contais?
- Va a ser que no, cielo -digo con esa sonrisa profesional mía que tranquiliza y desarma al mismo tiempo- Pero ya quedamos esta semana próxima un día y te cuento con detalle, ¿Okis?
- Claro...bueno, si no me has llamado tu para el próximo jueves voy a llamarte yo, ¿eh, Sheila? Así que no te olvides de mi -dice la muy zorra encantadora como si fuese yo la superguay y no ella, después se vuelve a Lore, la planta un beso en cada mejilla y le suelta como si de verdad fuese agradable de ver- Y tu te apuntas, ¿vale?, y también Bridget que hace una eternidad que no la veo...Una fiesta de chicas, ¿a que apetece?
Cuando arrastro a Lore hacia el fondo del bar donde presuntamente está la solución a mis problemas tiene el valor de decirme:
- ¿Y como una tía tan borde como tú tiene amigas tan guays?
- Si sabes lo que te conviene calla y sigue.
...al fondo del tugurio, en la última puerta que hay después de los baños, está al parecer la guarida de Madame Kalula. En ese punto del pasillo la penumbra es tan profunda que Lore saca el movil y me pone la pantalla iluminada delante para poder verme la cara.
- Seguro que nos manda a tomar pol culo. Es una celebridad, no se puede llegar a cualquier hora su puerta, echarla abajo y soltar “perdone pero me ha salido un rabo y necesito atención inmediata” ,si es eso lo que tenías en mente.
Antes de que pueda decirle de una manera un poco grosera lo que de verdad tengo en mente, la puerta se abre y una mujer de la edad de mi abuela, con un vestido negro, un collar de perlas gordas y el pelo cardado de un blanco impecable aparece y cruza ante nosotros sin decir ni mú.
Lore se pone un poco histérica y empieza dar saltitos y a señalarla, así que no tengo dudas de a quien tengo delante: a la mismísima Kalula en persona. Había imaginado algo más étnico, no sé, el nombre me hacía pensar en un rollo haitiano y no en esta señora con anteojos de recargada montura dorada que me mira con gesto asesino cuando me cruzo en su camino.
- ¿Madame Kalula?
- Estoy en mitad de una sesión espiritista, solo he salido a hacer pis. En este momento no puedo atenderla -me contesta con voz gélida-.
- Se trata de una emergencia -insisto tratando de ser amable mientras Lore dice “no-no-no” con la cabeza ahí detrás- No me atrevería a interponerme entre usted y el urinario si no fuese por algo mucha gravedad.
- Ahí dentro tengo media docena de espíritus familiares vengativos desatados, si me entretengo en escuchar su problema no sé lo que puede...
- Vamos-vamos, si ha salido a hacer un pis no puede ser tan grave, en cambio esto SÍ lo es. Me han echado una maldición...
Lo del pis la enfada, no entiendo porqué de un tiempo a esta parte todo el mundo acaba por mosquearse conmigo en cuanto abro la boca, porque en general soy una muchacha de carácter suave y la gente tiende a simpatizar conmigo e intentar comprenderme antes que discutir, pero algo ha cambiado, no sé si en mi manera de decir las cosas o si es algo que tiene que ver con mi nueva polla...
- Tendrá que esperar o marcharse, ¿qué le parece? -me gruñe la vejestorio- Tómense una copa mientras, ayuden a mantener el negocio. Y si no le gusta lo que oye, lárguese con la música a otra parte.
Tengo una larga lista de groserías preparada para decirle pero Lore ya está tirando de mi de vuelta al bar.
- Venga tía, págate un mojito y hacemos tiempo, no seas borde porque así solo vas a conseguir que nos mande a tomar por el culo. A ver si vemos a tu amiga la tía buena que por lo menos a esa da gusto mirarla y oirla hablar.
...pero sospechosamente Espe se ha largado del tugurio en este breve espacio de tiempo en que Madame Kalula nos ha despedido con cajas destempladas. ¿Estaría en el fondo un poco avergonzada por haberla encontrado yo allí?...
...tengo que cortar mis elucubraciones porque la Lore ya ya pedido cuatro mojitos y se está bebiendo el primero.
- ¡¿pero cuatro mojitos?! ¿quieres matarme o qué?
- Claro, como tu y Bri ya os habeis colocado de sobra en casa a mi costa no tienes el cuerpo pa más, pero YO SÍ. Y necesito algo que me haga sentir bien porque m'estoy sintiendo manipulada, me veo que va a darme la bajona y no sé lo que va a pasar...oye ¿a esa amiga tuya de antes la va el rollo lesbi?...jo tía, es que creo que estoy medio enamorada...
Esta línea de conversación continúa y continúa mientras la Lore va metiéndose un mojito tras otro, por fortuna antes de que termine el cuarto aparece la mismísima Madame en una esquina de la barra. Levanta un dedo y la rubia pechugona la sirve un chupito de whisky a toda velocidad antes de que yo me despegue a la Lore y llegue hasta ella. 
- ¡Eh, estamos aquí! ¿ya terminó con los espíritus?
La forma que tiene de arrugar la nariz al verme hace que me olfatee las axilas por si hay algo ahí que yo no percibo capaz de provocar esa reacción.
- ¿Todavía está aquí? -dice contemplándome con unos ojillos azules fríos como dos canicas de vidrio- No sé si sabe que solo recibo con cita previa. Hoy ya he agotado toda mi energía psíquica, tendrá que volver otro día.
- Vamos, no necesito que emplee su energía psíquica, solo necesito consejo. ¿No puede hacer eso ni siquiera por una amiga de su amiga Lore?
- ¿Lore?¿Quien es Lore?
Me vuelvo a señalarle a Lore en el momento en que esta se pone a bailar con un gordito de gafas que sin duda le ha prometido otro mojito a cambio de poder arrimarle un poco la cebolleta.
- Esa Lore. Ella me ha traído.
Madame Kalula contempla con gesto ligeramente divertido la borrachera que está empalmando mi socia y luego parece sentirse más benigna al contestar.
- Esas chicas jóvenes... seguro que ha asistido a alguna sesión de grupo, ha quedado impresionada y por eso le ha venido a la cabeza mi nombre cuando se trataba de solucionar su problema. Pero debo decirle que   mi don no es algo que yo pueda utilizar a mi antojo, a veces se da y otras no, y no depende de mi el decidir a quien puedo ayudar. No hay un interruptor mágico que acciono y entonces puedo hacer de bruja, ¿me entiende?
Por alguna razón eso hace aumentar la credibilidad que le otorgo a Madame, y me hace insistir:
- ...por favor, es muy grave...mi vida se ha vuelto del revés y no sé a quien recurrir para solucionarlo...¿no puede concederme unos minutos nada más?
Madame se bebe su chupito de un sorbo, luego hace otra seña a la rubia de la barra que ella entiende porque trae una botella de whisky entera y me la muestra diciendo:
- Esto será el pago de su consulta. ¿Tiene tarjeta de crédito? Debe amortizar las copas que podrían servirse con ella, y le garantizo que salen unas cuantas.
Asiento valerosa, harta de pelear con el tiburón que tengo entre las piernas, y entonces Madame echa a andar hacia el oscuro pasillo de los servicios haciendo un gesto con la mano que no lleva la botella.
- ¡Vamos, sígame!...por esto no puedo concederle más de diez minutos, aprovéchelos al máximo...
Cuando llegamos a la penumbrosa puerta de la consulta un cuerpo pequeño impacta contra mi espalda, me vuelvo bufando y encuentro a la mismísima Lore con el párpado caído y cara de reproche.
- Nnnno irrrias a entrrar ssssin mi, ¿verdadddzzzz?...coññññiiio Cheila, t'estás saltando la escala de manndos...
Madame la echa un vistazo rápido y luego pregunta:
- ¿Necesita que ella también esté ahí dentro? Porque si no es estrictamente necesario yo...
- ¡peeeeeeeerrrrrooo Madammmm! -chilla la Lore indignada- ¡ssi me conoce peeeerrrfectamente! ¿no se acuerrda de mi? ¡si me vendio el libro de la puta ouija por el que me clavó cuarrrenta y ocho euross!
La bruja compone el mismo gesto de disgusto olfativo y después dice:
- Bien, entren las dos. Pero deben descalzarse antes de cruzar el umbral - y para demostrarlo da un grácil saltito y se apea de sus dos zapatos de tacón negro- El calzado arrastra mucha energía negativa de esa que anda a ras de suelo, no quiero que me contaminen la consulta...
Algo tan sencillo resulta una complicación inesperado pues apenas la Lore deja sus dos botines al lado de la puerta y queda en calcetines, una profunda peste a queso manchego trasnochado inunda el reducido espacio en el que nos encontramos. Madame Kalula me mira con ojos de ir a caer redonda al suelo y yo acto seguido me vuelvo a Lore que nos contempla con sonrisa beatífica, me aprieto la nariz con dos dedos y le gruño
- ...pero Lore...¿que tenías metido en el zapato?
- NO T'ENTIENDO, TÍA, ¿QUE PASSSA QUE LAS QUE NO ENTRAMOS EN TUS CANONES DE BELLEZA TENEMOS QUE SER RECHAZADAS POR LA SOCIEDAZ? -grita y luego más bajo- ay que chungo, tía, que chungoooo...
Madame Kalula recobra el resuello unos instantes solo para decir
- Sus diez minutos se han reducido a cinco. Y ELLA se queda fuera.
....dejamos una Lore blasfemando en el pasillo y sigo a Madame Kalula a un espacio oscuro indeterminado en el que no logro distinguir mucho más que una mesa camilla apenas iluminada en el centro de una habitación y un par de sillas a cada lado. Madame da unas boqueadas una vez sentada en su silla y recuperada la respiración, sisea:
- Cuénteme en cincuenta palabras lo que la ocurre. Prefiero ser yo la que hable y usted la que responda con monosílabos, ¿de acuerdo? ...no conteste, solo asiente si está de acuerdo, y a continuación diga lo que la sucede.
Me dejo caer en la silla también aliviada por haber puesto distancia entre mi organismo y los pies de la Lore, luego lo pienso un momento y digo:
- Ayer-Noche-Avería-Coche-Aparicion-Pies-Cabra-Amnesia-Y-Hoy-Amanecí-Con-Un-Pene.Me han sobrado treinta y seis, ¿vio?
Madame Kalula saca de algún sitio un pitillo muy largo que enciende antes de responder contemplándome con gesto ceñudo.
- ¿Un Pene?...¿se ha despertado con UN PENE? -al ver mi rostro compungido se ablanda y suena más comprensiva y acogedora al decir- ...bien, olvidemos las cincuenta palabras. Cuénteme lo que sucedió paso a paso y si hoy ha visto algo más extraño aparte de lo evidente, ejem-ejem.
Me suena tan sensata que empiezo a largarlo todo: la parada del coche, el encuentro con Glenn Close y mi despertar en la misma oficina con aquello ya entre las piernas. Cuanto más hablo más se agita Madame, y al llegar a la parte en que me encuentro a la mismísima Glenn Close como jefa de personal de mi oficina se pone en pie, da un golpe en la mesa con la palma de ambas manos y grita:
- ¿PERO NO SE DA CUENTA USTED DE QUE HA PERDIDO EL CONTACTO CON LA REALIDAD?¡ESTÁ USTED EN LA DIMENSIÓN DESCONOCIDA!...¡TIENE QUE DESPERTAR, SHEILA!¡DESPIERTE!...¡DESPIERTE!
El siguiente golpe sobre la mesa hace desaparecer a esta en la oscuridad y a mi misma cerrar los ojos sobresaltada.
Luego, despierto...

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