domingo, 15 de septiembre de 2013

¿Quien se lleva el gato al agua?



Es Deivid quien por fin, con gesto más de querer ahogar al bicho que sacarlo de apuros, salva a Calígula de una muerte segura con ayuda de una red para limpiar piscinas, mientras dentro en el salón Espe reparte el contenido del botiquín de emergencias entre el matrimonio Seventies y Barbi y Ken continúan con su dinámica de pareja de "él-es-gay-y-ella-no-quiere-saberlo".
Mi icono sexual de las últimas cuarenta y ocho horas deja caer el fardo húmedo y repleto de agua que es Calígula en estos momentos junto a mis pies y encogiéndose de hombros dice.
- Voilá ...-a continuación viendome echar chispas por los ojos bufa- ...¡pero bueno! ¿es que también tengo que hacerle el boca a boca?
Lanzo una mirada a Calígula ahí panza arriba con la barriga hinchada y la lengua fuera, y tengo que sisear:
- Pues no harías nada de más. A fin de cuentas fuiste tu quien se empeñó en traerlo, ¿no?
Seré franca: no estoy demasiado preocupada porque Calígula abandone el mundo de los gatos vivos esta noche, pero todo este zipi-zape al final me ha servido de dos cosas: Lo primero, he conseguido asentar mis mucosas estomacales y, quizás gracias al "petardo" que Deivid me ha calzado, mantengo un sereno estado de confianza en mi misma que me mantiene  por ahora al margen de la debacle circundante. Lo segundo, he comprendido que en este complicado momento de mi vida lo menos conveniente es liarme con un politoxicomano como el Deivid, y lo que procede es volver a casa con mamá y someterme al exorcismo o lo que sea que Úrsula me tenga preparado...
...pero claro, ¿como volver con la noticia de que me he cargao al Calígula en un surprise-party?...
- Masaje cardiaco, Deivid -ordeno- Suavecito y con dos dedos, como si se lo dieses a un bebé.

 ( Momento flash-back: 
Tengo unos importantes conocimientos de primeros auxilios gracias a mi aventura post-adolescente de apuntarme a unos cursos de la Cruz Roja con el único fin de que me llevasen a un encuentro internacional en la Toscana italiana donde confiaba poder concretar pasiones y follarme de una vez por todas a un apuesto carabinieri que había conocido por el mesenyer... Después resultó que la foto del mesenyer no era del tío en cuestión sino de un primo lejano, un primo que tiempo después vi anunciando unos yogures en la tele, lo cual confirma la magnitud del engaño. Además, claro, me encontré con que el tío no era ni siquiera carabinieri sino vendedor de frutas y hortalizas -mayormente melones- y por supuesto no estaba ni medio bueno: era bajito, calvorota y encima tenía esposa y dos bambini que a las diez de la noche le esperaban con la cena puesta en casa. Quiero decir, que aún en el caso que me semejante fraude ciberespacial me hubiese estimulado las hormonas sexuales en plan "ya que hemos venido, que sea para algo", pues tendría que haberle acompañado hasta el portal todos los días a las nueve y media como si la Cenicienta fuera él y no yo. Esta graciosa aventura tuvo sus consecuencias positivas: por un lado aprendí maniobras de primeros auxilios y por el otro dejé de ser tan jodidamente capulla y terminé con esa costumbre de enviar fotos mías en braguitas a todos los degenerados que ponían de perfil una foto del Brad Pit, mientras yo me decía a mi misma "pero que suerte tengo, otro igualito que el bradpit". La comunidad de salidos ciberespaciales me estarán eternamente agradecidos por la infinidad de pajas que se habrán cascao a mi salud voceando guarrerías en italiano, en chino y hasta en suajili, y yo lo estoy a ellos por contribuir con su lujuria a mi formación como enfermera de emergencias. )

- Cuando dices "dos dedos" ¿en qué estás pensando exactamente" -me dice Deivid guiñando un ojo demostrándome que a él no se le pasó por la piedra un fraudulento carabinieri mientras ejercía de voluntario de la Cruz Roja-.
- En que te metas uno en la nariz, otro en el culo y te largues de aquí -tengo que bufar por fin un poco fuera de mi-. Ve a ver si te necesitan en el salón, anda.
- Pero Chei, que te...
- Ni "Chei" ni hostias. Fuera de mi vista.
A veces la vida te reclama ser dura y tienes que responder o continuan tomándote por sopas...
...el Calígula no estaba tan muerto como parecía porque antes de que vaya a aplicarle el masaje se pone patas abajo, vomita un gran charco de agua casi-casi sobre mis tobillos y a continuación me mira con ojos de desesperao diciendo : "¿MIAAAAAAAUUU?"
Ha dicho: "¿porqué". Lo entiendo a pesar de no tener gato. Ese bicho asqueroso y maloliente a pesar de caerme tan mal como su dueña es una criaturita del Señor y no merece todo esto que le está pasando.
- Tranquilo, minino lindo. Tía Sheila está recogiendo ya los bártulos y enseguida nos volvemos con la zorra de tu mamá para que te contemple y te haga cucamonas.
Calígula capta alguna mala onda porque intenta ponerse de pie, luego vuelve a caer sobre su barriga con otro sonoro "chof" y por fin maulla bajito como aquel se resigna y deja su destino en manos de otro.
-No seas jilipollas -tengo que decirle acuclillada dándole unos sopapos- Es venir conmigo o rebelarte y volverte andando a casa, tu decides.
Intercambiamos un cruce de miradas, luego él se deja caer sobre la tripa y cierra los ojos con cara de "mierda mierda y más mierda". Solo entonces con ese problema solucionado y finísima con mi vestidito rosa palo, vuelvo al salón para seguir prestando primeros auxilios, esta vez en zona catastrófica. 
No encuentro muy buenas vibraciones allí dentro porque de pronto todo el mundo me mira como si fuese yo la causante del desaguisado y no el pesao del Seventies empeñado en soltar al gato sí o sí, pero me da igual. Agarro el transportín para felinos, sonrío a la esposa gordita que está hiperventilando con su blusa carísima fileteada entre las manos, sonrío a Barbi que parece estar asimilando justo hoy que su novio tiene que hacer muchos esfuerzos para ser hetero y luego le digo a Espe:
- ¿Puedo cogerte el coche? Me vuelvo a casa de mi madre.
Espe no está del todo centrada, le pasa el bote de mercromina a Seventies para que continue curándose la pechera y me dice en voz baja:
- ...creo que después de esto va a ser lo mejor, si. Tengo aquí un conflicto diplomático bastante serio -sonríe con más debilidad de la habitual y añade- ¿Tu estás bien? ¿Podrás desandar todo el camino?
Me conmueve que, a pesar de este pequeño desastre que no hubiera ocurrido de no haber puesto yo mi culo dentro de su casa,  continúe preocupada por mi bienestar.
- Tranquila. Si no te urge el lunes mismo te lo traigo yo de vuelta, ¿vale?
Me da un abrazo ligero y unas palmaditas en la espalda, después se ríe un poco en voz baja y me susurra a la oreja:
-...pero llévate a ese gato, ¿eh?
Ajj.
Espe siempre consigue que la odie un poco por ser tan encantadora, estupenda e irreprochable. ¿Porqué no ha tratado de sacarme los ojos como sería su obligación?
En esto Seventies, que le está pasando la gasa y los antisépticos a su señora, se levanta, me señala con el dedo y chilla:
- ¡Demonia!...eres una demonia, y has traído esa fiera a propósito...¡Vas deretos, diabla!
"¿Vas deretos?" me pregunto "¿donde aprendió latín este jilipollas?"
- Eh, amante de los animales -tengo que bufar- si no hubieses estado haciéndote el simpático para ver si terminabas echándome mano a las tetas, el gato seguiría en su jaula y todos estarían tan a gusto, ¿vale?
Esto consigue dejar de color pálido a la vez a Espe, a Seventis y a su señora, pero en cambio arranca una sonrisa pérfida de Barbi que se olvida un momento del chupapollas de su  novio para disfrutar del espectáculo. Tengo pensada una respuesta sucia y contundente también para ella pero entonces el jilipollas del Seventis se arranca una cadena de oro con una cruz que lleva colgada al cuello y vuelve a exclamar la misma payasada:
- ¡Vas deretos!¡Vas deretos!
Para sorpresa de todos, incluida yo, el crucifijo empieza a brillar con una luz trémula y yo doy un paso atrás horrorizada. Horrorizada no por el hecho sobrenatural en si mismo, sino porque ahí abajo entre mis muslos se ha desatado sin ton ni son una grotesca y terrible erección imposible de camuflar con mi fino vestidito-rosa-palo.
- ¡Ah! -dice la gordita señalando el bulto como si mi chocho fuese la via del tren y acabase de aparecer por ahí un mercancías a toda velocidad-.
- ¡Oh! -dice Seventis dejando caer la mandíbula hasta el esternón-.
- Vaya-vaya -se sonríe Barbi atónida y divertida al mismo tiempo-.
- Guauuu -dice el Ken  (haciéndome sentir por un momento orgullosa)-.
Cuando entra Deivid con Calígula semi-inconsciente en brazos y también se me queda mirando salivando cual chucho frente a hueso jamonero,  me empiezo a plantear si no vamos a terminar montando una cama redonda.
- Mete a ese gato en la jaula y dejadme paso libre, me largo YA.
Hay que salir de ahí antes que la cosa se siga complicando...

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Un viaje chungo de narices

Necesaria sinopsis:
¿Que usted no recordaba donde dejamos a Sheila?...Yo tampoco.
Nuestra heroina, tras sobrevivir a una multitud de situaciones a cada cual más disparatada, termina en casa de su madre en compañía de su amiga del alma Bri dispuesta a someterse a un aquelarre para deshacerse del pene tamaño big-size que la maldición de una diabla forestal le adjudicó. Además de su madre y su amiga, se reunen para el exorcismo la Dientes, ( una peculiar amiga de Bri que acude en representación del mundo de la Ciencia y la mentalidad racional en compañía de su gato Caligula ) y la bruja Úrsula como emisaria de los poderes del ocultismo, que a la vez se auto-inviste junto con su gata Morgana como suma sacerdotisa de la ceremonia.
Cuando todo parece decidido Sheila decide escapar en compañía del Deivid, un maromo poco respetable novio además de su amiga Espe, en un acto de rebeldía contra lo que se está organizando a su alrededor y también un poco en respuesta a cierta comezón en su problemática entrepierna. Poco puede suponer nuestra protagonista que el gato Calígula se sumará a la excursión, y mucho menos que Deivid la administrará con taimadas tácticas psicológicas unos psico-fármacos que sacarán lo peor de si misma...

( estado alucinogeno )

"Jijiji"
"Venga tía no te rías tanto que si no se me baja"
"Jijijijiji...es que está mirando"
"...mueve el culo un poco, que así no puedo, nena...¿quién mira?"
"...¡el jaaaaatoooo!...¡está mirando el jaaatooo!"
"Venga minino salte a dar una vuelta por ahí a cazar gamusinos" ( puerta que se abre ) "¡pero vennnga, tronnnco, que tenemos que ir a cenar!"
"MIAOOOOGGGGG"
"ostia tia me ha arañao, te lo juro...lo tendrás bien vacunao, ¿no?"
"¡que no es mío, que te he dicho que no es miooo, jijijiji!"
"hala pues a tomar pol culo, ni yo a ti ni tu a mi. Nos vamos a casa de la Espe, y ya te puedes cortar un poquito tronca porque vaya ciego te has pillao, joooder. Haberme dicho que no tenías costumbre y te habia dao solo un cachito...si al final el marrón me lo voy a comer yo, ya lo verás, y todo por querer hacer bien las cosas"
(...)
(...)
"Sheila...sheila, cariño...te has quedado dormida...es que el Deivid es muy buen conductor, ¿a que sí?"
"MIAOOOOO"
"Anda y de quien es este gatito tan mono...¿como te llamas, chiquitin?"
"Es de ella, Espe. Les he encontrado a los dos sentados encima de un muro esperándome..."
"Pero qué le pasa que está tan...tan así...venga Deivid no me digas que le has dado una de esas mierdas que te tomas tú"
"Espe, tía, es que la veía muy mal, y ella casi hasta me lo ha pedido..."
"MENTIGGGGAAAA..."
"...pero si lo dice hasta ella a pesar de lo mala que está...joder, Deivid...te pido que traigas a mi amiga y me la pones hasta arriba. De verdad que estoy MUY cansada de esta relación, Deivid, a ti se te está yendo la cosa de las manos y yo no quiero a mi lado gente así..."
"...Espe joer, que estaba así de mal cuando la he encontrao con el gato..:"
"MENTIGGGGAAAAA"
"Pues a ver qué se te ocurre para ponerla en forma porque tengo a cuatro personas en el salón esperando para cenar porque les dije que teníamos una invitada."
"Diles la verdad, que se ha puesto mala y no ha podido venir"
"Tienes media hora, métela en la ducha, dale otra cosa y deja a mi amiga como te la has encontrado, porque estoy SEGURA que no ha estaba así"
"...cieggto..."
"Espe cari yo te juro que..."
"Media hora, y si no te largas."
"...mecagüen mi puta vida...vamos pa la ducha, chocho...llevo dos días que te conozco y ya me estoy arrepintiendo de haberte dicho ni media..."
(...)
(...)
(...¡Frio!...¡FRRRRRIIIIIOOOOO! )
(...ahora tragate esto con un poquito de agua..a la una y a las dos y...p'adentro, muy bien...)
(...)
(...)
- ....aah, aaaah...¿DONDE ESTOY? ¿QUE ME HAS HECHO?
Me está cayendo encima un chorro de agua helada y tengo además un regusto en la boca como si me acabase de tragar un zurullo de Calígula y se me hubiese quedado atascado en la campanillla. Cuando logro centrar la visión en el mundo circundante veo al Deivid en calzoncillos -guapo como un sol, eso sí- maniobrando con toallas, ropa interior femenina y un vestidito rosa pálido colgado de una percha. Al verme con el ojo abierto masculla "deputamadre"; cierra el chorro de agua fría y me tiende una toalla.
- Sécate, ponte esto y vamos p'abajo que la Espe está empapuzando a vino a sus amigos y ya me sé como va a terminar la movida esta...
Me tiende el vestidito rosa palo como para meterme prisa pero no puedo ni moverme, me siento tal cual si hubiese estado muerta y me acabaran de reanimar metiéndome un electrodo gigante por el culo.
- ESTOY FATAL...¡ESTOY FATAL!...¿QUÉ ME HAS HECHO?
- Y dale. Me pediste una pastilla, ¿te acuerdas?, y se ve que te ha hecho reacción y estás con la bajona. Pero con el petardo que te he calzado ya verás como te vas a poner toda marchosa en un momento...
- ¿PETARDO? ¿QUÉ ES ESO DEL PETARDO?
- Que te vistas, coño. Luego discutimos la relación, ¿vale?
Siento las rodillas como chicle mientras avanzo por el dormitorio envuelta en mi toalla, no sé qué quieren que haga pero lo único que de veras me pide el cuerpo es meterme a la cama y dormir dieciseis horas. Pero justo ahí donde debería estar yo -tumbada, durmiendo- se encuentra Calígula hecho un ovillo y roncando sonoramente... la visión de su nefasta presencia me reaviva los recuerdos y me vuelvo bufando al Deivid que me persigue con el vestidito colgando de una percha.
- ¡TU!....¡TU ME DROGASTE!
Compone una sonrisa encantadora y se saca de algun lado un calzoncillo blanco de algodón de los de toda la vida, poniéndomelo en las manos.
- Son míos y ni siquiera sé si están lavados...es que vas a estar mucho más cómoda con eso que con las braguitas. Además, ¿no te da un morbazo increíble llevar mis gallumbos puestos?....ufff yo casi me estoy empalmando, tía.
No doy crédito a lo que oigo. 
Llevo medio día haciendo el jilipollas para estar con este tío pensando que era lo único bueno que me había pasado desde que entré en esta especie de dimensión desconocida y ahora, después de haberme hecho pasar el rato más chungo de mi vida metiéndome qué-sé-yo-qué sustancias químicas a buen seguro ilegales en el organismo, pretende que me ponga unos calzoncillos usados  suyos y baje a cenar con una gente que no conozco como si no hubiese pasado nada...
- Y UNA MIERDA EMPALMADO. LLÉVAME A CASA DE MI MADRE OTRA VEZ O LE MONTO A LA ESPE UN CHOU EN EL SALÓN QUE SE CAGAN TODOS POR LA PATA ABAJO
El Deivid pega un respingo, claro, me abraza aunque forcejeo y arrima un poco su cebolleta a mi cebolleta, diciendo bajito:
- ¡Pero nena-nena-nena...!...¿no se trataba de estar tu y yo juntos otra vez como ayer en la piscina?...¿no hay algo especial entre los dos?
No soy tonta, sé que en este momento el Deivid me está comiendo la oreja para que no baje y la prepare, pero caray, estoy baja de defensas e hipersensible. Consigue que me ponga a lloriquear y le deje que restriegue su paquete contra el mío mientras gimoteo:
.- ¡Todo es una mieeeerda y estoy fataaaaaaaal!
....a pesar de mi situación evidentemente desesperada, el cacharro del Deivid comienza a coger tono y consistencia, tanto que le oigo jadearme bajito en la oreja:
-...jo nena como me has puesto en un momento, ¿lo ves?....¿te apetece un metesaca rapidito pa bajar más relajada?
Hombres. 
Siempre tan sensibles y tan tiernos.
- Deja -digo por fin- Voy a bajar, digo que no me encuentro muy bien y luego agarro un taxi y me largo. No van a ponerme una pistola en la cabeza para que me quede a cenar, ¿verdad?
- ...¿pero de verdad no quieres estar conmigo ni ahora ni luego?
Me pongo los gallumbos porque aunque me pese entiendo que es con lo que más cómoda voy a estar, luego agarro el vestidito rosa palo y me vuelvo al baño para recomponerme un poco el careto.
- No me estás haciendo sentir bien, Deivid -acierto a decir con voz de mujer de mundo que se ve fuera de si misma por razones ajenas a su circunstancia- Así que cáscatela un rato mientras me maquillo y luego bajamos a presentarles a los invitados mis excusas....ah, y si tienes una caja o algo mete al gato dentro porque tengo que llevarlo de vuelta a su propietaria, ¿ok?
...no reprimo una cruel sonrisa de satisfacción cuando tras la puerta le oigo balbucear "¿minino?¿minino?" y Calígula responde con un amenazador maullido...

Bajamos al salón enlazados del bracete: yo relativamente bien con el vestidito rosa que apenas me cubre medio muslo, una cola de caballo y un poco de colorete en las mejillas. Deivid, aunque los pantalones gris de ejecutivo se le ajustan de manera ideal a su culazo y la camisa blanca resbala sobre su torso perfecto como si estuviese engrasada, luce un semblante pálido y sudoroso sobre el que destaca turbadoramente un largo arañazo recorriendo una de sus duras mejillas sin afeitar. Del brazo que no se enlaza con el mío cuelga una cesta de pescar en cuyo interior duerme por fin Calígula, gracias a un somnífero inyectable que este hombre guardaba en su provisión de drogas y del que espero haya calculado bien la dosis y no envie al bicho al paraiso de los gatos.
En el salón, repartidos por parejas en sofás, están por una parte una rubia bajita y regordeta al lado de un cincuentón con un look como de haberse quedado paralizado en los 70; y por el otro...¡horror!, mi amiga Barbie al lado de su novio Kent, perfecta ella en su rollo chicle-de-fresa y él de metrosexual tirando a mariconcete. Ni ella se llama Barbi ni él Kent, claro, pero les hemos llamado tanto tiempo así que ahora mi mente bloqueada por el exceso de drogas no es capaz de recordar los nombres de cada uno.
- ¡Aaaah, así que esta era la invitada sorpresa! -dice Barbi con voz de persona embriagada- ¡Pero Cheeeila, un coctel más y nos saltamos la cena, menudo cebollón a cuenta tuya, nenaaaa.!..
Espe, con un vestido fantástico rojo, verde y negro, se pone en pie y compone una mueca de alivio.
- Sheila, ¿estás mejor?...
- ¡Estoy, que es lo que importa! -digo esperando sonar risueña- Les ruego que me perdonen pero he tenido una discrepancia estomacal...de hecho yo...
Espe se me adelante, rodea mis hombros con su brazo como si por fin estuviese allí el alma de la fiesta y me suelta señalando al tio-rollo-seventies y la rubia gordita:
- Mira Sheila, te presento a mi jefe y a su encantadora esposa -la gordita enarca las cejas y le falta hacer la V con dos dedos en plan "esa-soy-yo"- Esta es Sheila, una muy buena amiga.
- Enchantés,mesieurs -digo para hacerme la graciosa pero analizandome a la vez a mi misma a ver si estoy en plan de vomitar algo ahora mismo-.
- Y a nuestros amigos ya los conoces, ¿verdad? -continua Espe señalando con un movimiento de brazo a Barbi y su novio-.
Barbi compone su sonrisa de zorra ladina mientras su Kent mira a mi Deivid con el labio inferior colgando, y después dice estrechándome la mano y a la vez acercando mucho su careto al mío:
- Ayyyy Cheiiii, que alegría verte después de tanto tiempo...pero cielo, tienes las pupilas diminutas, ¿no estarás consumiendo psicotrópicos?
Todo el mundo queda un segundo pensando que decir, por suerte Kent estrecha la mano de Deivid haciendo un gracioso quiebro de rodillas diciendo "hola-soy-ken-super-encantado-de-conocerte", entonces el zorrón de Barbi se centra en controlar las hormonas y el esfinter de su novio y yo puedo olvidarme de buscar una respuesta ingeniosa a lo de los psicotrópicos. Es más, estoy preparada para anunciar mi salida por patas del convite cuando Look-Seventies se me acerca con una sonrisa de caiman ocupado en la digestión de una gacela y dice:
- Que amigas tan guapas tiene Espe, ¿pero como no te ha traído nunca a uno de sus increíbles brunchs?
- La verdad, estoy muy ermitaña, vivo recluida en mi mismas, en rollo espiritual y tal ¿verdad Espe? - digo tras decidir que "brunch" es una especie de evento social y no una flatulencia, después compruebo con horror que mi amiga está rellenando unas copas de vermut con algo que no es vermut en compañía de la gordita, me ha dejado sola con Seventies y rio estupidamente- ...de hecho pensaba anunciar que me retiraba ya a descansar, no me encuentro demasiado bien y...
- ¡Pero como se va a ir si acaba de llegar! -dice el Seventies poniéndome la mano en el codo y componiendo el gesto de haber agarrado el muslo de un pollo asado al que va a pegar un trisco- Por lo menos una copita va a tomarse usted, no en vano llevamos un rato esperándola...
Percibo por el rabillo del ojo a Deivid haciéndome aspavientos negativos mientras Barbi y Ken tienen una discusión por lo bajini que no hace presagiar nada bueno.
Aquí estoy otra vez, en medio de un marrón de tres pares sin comerlo ni beberlo.
- Soy alérgica al alcohol -le miento a Seventies subiendo y bajando el codo varias veces como si fuese a levantar el vuelo hasta zafarme del contacto de su zarpa calentorra- Fíjese si estaba dispuesta a irme que ya tengo al gato empacado y todo.
Señalo a la jaula que hasta ahora portaba Deivid y Seventies se acuclilla en el suelo para hacerse el guay dando golpecitos con el índice a los barrotes de la jaula.
- Vaaaaaya pero si tenemos un mininito invitado al paaaarty. ¿quien es este chico tan guapo, quien-quien?
Calígula responde con un grave sonido gutural preñado de amenazas pero Seventies parece ignorar los códigos de comunicación entre felinos y humanos e insiste en los golpecitos.
- Ayyy, me encantan los gatos. ¿puedes soltar a tu michino un poquito para que podamos conocerlo, Sheila?
Tuve un novio que cuando me decía "enséñame el michino" pretendía que me bajase las bragas y sostuviese el borde de la falda con los dientes, pero en este caso y dado el preocupante estado actual de mi michino no dudo en decantarme por Calígula al decidir enseñarle algo peludo al tío este.
- Es un poco revoltoso -aviso- Le hago a usted del todo responsable, ¿vale?
- ¡Oh, por supuesto, muchacha, haa-haa-haa! -rie grandilocuente el tipo- Venga, quiero estrecharle la patita a ese caballerete.
Espe ha escuchado la conversación desde el otro lado del salón y empieza a caminar hacia nosotros digo yo que tratando de evitar la tragedia, pero Seventies ya está soltando los seguros de la jaula del "caballerete" con el gesto de quien sabe que va a conseguir ser el centro de la reunión...
...pues vaya si lo consigue. 
"Caballerete", anteriormente conocido como Calígula, sale como un misil anti-aerero apenas percibe su prisión abierta, le hace un siete en la pechera a Seventis alias-el-amigo-de-los-gatos y luego sale a velocidad Mach-10 propulsado hacia rubia gordita, que con un coctel en la mano pone cara de no creer la que se le viene encima. Calígula y ella conforman un curioso remolino gato-humano durante unos tremendos instantes del cual al fin sale disparado el felino directo a la piscina, dejando a rubia gordita en el suelo panza arriba con su blusa de Chanel preparada para ejercer como trapo de cocina, los pelos revueltos y varias desagradables arañazos sangrientos.
A continuación se oye un "¡chop!" y un maullido desesperado.
Es Calígula que ha caido en la piscina cual ratón en ratonera.
Soy la única que pasados unos eternos segundos de horror general acierta a señalar la piscina y decir:
-...no sé...deberíamos sacarlo, ¿no?