miércoles, 29 de mayo de 2013

Despertar color de rosa



La luz del sol entra por un inmenso ventanal con un brillo y una cualidad que me hace pensar que es por la mañana. Apenas he conectado aún mis circuitos neuronales, solo me percibo a mi misma entre sábanas suaves y rodeada de esa claridad tan hermosa, con una agradable sensación en el cuerpo de haber dormido mucho y bien, todo es perfecto y no necesito saber más.
Vale, eso es una mentira que me digo a mi misma, mi parte cerebral ya conocida como Miss Pragmática insiste en husmear alrededor y hacer preguntas:
"¿qué día es? ¿qué hicimos anoche?...es más, ¿de donde ha salido esta enorme cama y este dormitorio que parece sacado de una revista de decoración?"...Miss Pragmática me obliga a levantar un poco el cráneo y dilata las pupilas cuando echa un vistazo más allá del ventanal antes de chillar "¡JODER! ¿Y DE DONDE HA SALIDO LA PUTA PISCINA?"
Es cierto...más allá de los cristales hay una piscina mega-fashion con agua azul brillante, un par de tumbonas bajo una sombrilla blanca y más allá una barandilla tras la que solo se ve un luminoso cielo despejado. Indudablemente esto no es mi apartamento, ni siquiera es la casa de mi madre, entonces ¿qué estoy haciendo aquí?...
...por fin recuerdo y me entran ganas de ponerme a gritar: Glenn Close, Bridget, la Dientes, Madame Kalula y...y mi nueva polla... ¿ha sido todo un sueño?...y si lo fue, ¿esto es la realidad?
Solo hay una manera de saberlo y es meter la mano bajo las sábanas, descender hasta mi inframundo particular y comprobar si "eso" sigue ahí.
"Por favor Señor, ya sé que no he sido muy religiosa en los últimos veinte años...bueno, ya sé que no he sido religiosa en absoluto, pero si es verdad lo de que más vale oveja perdida recuperada que rebaño sumiso al completo, sé que me vas a mandar una señal para mostrar que escuchas a tu hija pródiga, y la primera señal va  a ser..."
La señal, si es eso de lo que se trata, es la puerta de lo que sin duda es el baño abriéndose con el sonido de la cisterna de un retrete canturreando detrás y por ella aparece un tío...
...cielos, no es un tío cualquiera, es El Tío, no puedo definirlo de otra manera: es igualito al Deivid Bekam pero sin tatuajes,con un pecho fuerte cubierto de un ligero vello rubio oscuro, unos brazotes de gimnasio, unos muslos largos y fuertes, y todo eso puedo apreciarlo porque lleva su anatomía apenas cubierta por una minúscula toalla que yo creo debe ser como mucho de las de lavarse las manos.  Aparece frotándose algo en la cara, sin duda alguna exclusivísima loción para el despertar matutino que le mantiene el cutis así de hermoso, todavía no ha reparado en que estoy despierta porque se va hasta un espejo, se revuelve un poco el cabello rubio oscuro y cuando por el reflejo me ve sentada en la cama envuelta en la sábana y con gesto de asombro, me dedica una sonrisa -blanca resplandeciente, por supuesto- y se vuelve:
- ¿Qué tal tía? ¿o debería decir tío!...¡perdona, no tengo experiencia con casos así!
¡Mierda!...de manera que estoy desnuda en presencia del hombre de mis sueños también casi desnudo...¿y él ya ha visto mi problema? Voy a ponerme a gimotear de un momento a otro pero él ya está revolviendo por los cajones buscando algo y hablando casi como si yo no estuviese aquí.
- Te habrás llevado un susto de narices, el caso es que anoche nos pareció bien dejarte en esta habitación que habitualmente es mi habitación, pero como en mi baño tengo todas mis cosas, ¡potingues de chicos, ya sabes!, cuando me he levantado he tenido que... -ahora levanta la cabeza y su reflejo me lanza un guiño desde el espejo-...no te preocupes, enseguida vuelvo a dejarte tranquila de nuevo, ¿vale? Cuando Espe se entere de que te he despertado va a echarme una bronca cojonuda...
Voy a dar un gritito de asombro antes de preguntar si de verdad estoy en casa de Espe cuando ella misma entra en la habitación envuelta en un albornoz blanco y secándose el pelo húmedo con una toalla no mucho más grande que la que cubre las vergüenzas del rubiales.
- ¡Sheila, te has despertado!...¿ha sido culpa de él? -se vuelve a mirarle en gesto de amistosa reprimenda y el compone un divertido gesto de conejo atrapado en un cepo, logran en un solo segundo que los odie los dos por ser tan encantadores y perfectos como los actores de una comedia americana de los años 60- Le he dicho que no hiciese ruido cuando viniese a por sus cosas, en realidad le he dicho que por UN día se olvidase de su equipo de maquillaje, pero es imposible, ¡es peor que yo, chica! No sé de donde ha salido esta generación de tíos tan...
- ¿Tan guapos? -dice el Deivid agarrándola por la cintura y dándola un beso en la mejilla que ella recibe con un gesto de resignación espartana que me deja alucinada- venga, chata, si no estuviese yo tan bueno como estoy, no estaría aquí contigo ahora mismo, ¿eh?
Espe se zafa con suavidad de su abrazo y viene a sentarse a un lado de la cama, contemplándome con ternura.
- ¿Te encuentras bien? ¿Necesitas algo?
Pienso si debería preguntarle primero como fue la cadena de acontecimientos que me han llevado hasta su casa pero en vez de eso lo que me viene a los labios en tono gimoteante es:
- ...¿entonces lo has visto?...¿has visto lo que tengo?...
Espe primero frunce el ceño y murmura "¿si he visto lo que tienes?", después la comprensión ilumina su rostro y me acaricia el hombro con ternura.
- Puesss lo siento, ¡pero sí!...cuando te quedaste inconsciente en el bar y tu amiga gótica desapareció, no sabía qué hacer, pensé llevarte al hospital pero decías que solo necesitabas dormir, no sabía tu dirección, uff, lo primero que se me ocurrió fue traerte a casa y que por la mañana decidieses tú qué hacer. Entonces llamé a Deivid - "estoy estupefacta...¿entonces de verdad se llama Deivid?" -, vino con el coche, te trajimos a casa y te instalamos en su cuarto. También me ayudó a quitarte la ropa antes de acostarte, y en ese momento fue cuando "lo vimos"...pero no te preocupes, de verdad. Ni Deivid ni yo vamos a decirle una palabra a nadie, ni vamos a juzgarte ni a pensar nada a propósito de nada, por ese lado puedes estar totalmente tranquila.
- ...pe-pe-pero tú ya no estabas en el bar de Madame Kalula, ¿como apareciste de nuevo? -pregunto todavía sin saber qué decir yo tampoco a propósito de nada-.
- Una de las chicas perdió el foulard -explica Espe tras reir un poco-, "rebobinamos" el recorrido y cuando  llegamos al Kalula estaba tu amiga contigo semi inconsciente diciendo no-sé-qué de que habías sufrido una experiencia espiritual muy fuerte y por eso estabas así, pero apenas me volví un momento ella había desaparecido y no sabía que hacer contigo...total, te traje aquí...ahora supongo que querrás llamar al trabajo, o a tu casa o a alguien para explicarle donde estás y decirle que estás bien. Porque estás bien, ¿verdad?
En lugar de responder me echo a llorar tapándome la cara con la sábana, consiguiendo que tanto Espe como Deivid se sienten uno a cada lado de la cama para darme palmaditas en la espalda y arrullarme.
- Vamos, somos amigas desde hace tiempo...¿qué es lo que te pasa? ¿estás avergonzada porque sin querer hayamos descubierto tu..."secreto"?
- ¡Es que no es "mi secreto"! ¡No soy un tío disfrazado de mujer, soy una chica y sigo teniendo todas mis cosas de chica ahí, lo "otro" apareció de la noche a la mañana, y no sé porqué!
- Pero Sheila, cariño...eso es...imposible...
- Bueno, si te sirve de consuelo a mi me gustaría despertar un día y encontrarme con que mi pene tamaño standar se ha convertido en un cacharro como el tuyo -dice Deivid en tono de ligero cachondeo logrando que Espe le lance una mirada asesina- ....¡vale, vale, solo quería quitarle hierro al asunto!...además tu estás totalmente satisfecha del funcionamiento de mi XL, ¿verdad cariño? No necesitas un aumento de talla, seguro...
Mi amiga consigue obviar a ese hombre perfecto haciendo chistes picantes y me da un pequeño abrazo antes de susurrarme al oído:
- Vamos a dejarte sola para que puedas ducharte, asearte a gusto y después desayunar un poco si quieres. He llamado al bufete avisando de quizás llegaría un poco tarde así que puedo llevarte a donde te parezca bien, o si prefieres quedarte aquí y que luego a la hora de comer hablemos con más calma de todo esto, siéntete como en tu casa, ¿de acuerdo?...¿qué me dices?
Espe es una imagen tan clara de la racionalidad y la cordura que siento al instante que si alguien puede dar con una solución real del asunto es ella, por lo cual respondo sin pensarlo:
- Si de verdad no te importa me quedaré aquí hasta que vuelvas, para que podamos hablar con tranquilidad. En realidad no sé a qué otro sitio puedo acudir.
Mi amiga esboza una sonrisa luminosa como si de verdad estuviese satisfecha con mi decisión, me abraza otra vez y luego se pone en pie diciendo:
- Estupendo. Luego iremos a comer a algún sitio tu y yo, me cuentas despacio todo lo que te ha pasado y juntas veremos qué se puede hacer. Mientras te dejo aquí con Deivid -se vuelve a mirarle con fingida severidad y él esboza una encantadora expresión de cachorro abandonado- Es buen cocinero, te va a preparar un desayuno completo, te lo va a servir donde quieras tomarlo y se encargará de que no te falte de nada hasta que vuelva yo, ¿verdad que sí?
Deivid se pone en pie de un salto ( a pesar de lo cual no cae al suelo la pequeña toallita que lo separa de la desnudez absoluta ) y hace un saludo militar que un poco a su pesar hace bufar y sonreir a Espe.
- Señora, sí señora. Procuraré que a nuestra invitada no le falte de nada.
- Así me gusta. Ahora vete calentando fogones mientras Sheila se ducha, ¿o prefieres dormir un poco más?
Me siento abrumada por tanta hospitalidad, solo puedo sonreir, darle las gracias y decirles adios a los dos con la manita mientras salen de la habitación.
Luego me dejo caer de espaldas, contemplo el entorno donde ha caído mi pobre y maltrecho organismo y pienso que a fin de cuentas no me están yendo tan mal las cosas...
...después tengo un instante de mordisquarme el labio recordando la escueta manera en que la toallita blanca apenas cubría las vergüenzas del novio de mi amiga, unos pensamientos llevan a otros más indecorosos e inopinadamente me encuentro con que el enemigo calvo que ha crecido en mi entrepierna está cobrando un grotesco volumen...tengo que correr dando gritos de horror hacia la sencilla solución que de toda la vida me recomendaron las monjitas del colegio cuando le asaltaba a una el demonio de la lujuria: la ducha fría...

Un tiempo indefinido después: abro el ventanal de la habitación y salgo a la piscina envuelta en un albornoz igual que el de Espe y con una toalla enrollada en la cabeza. Allí está el Deivid ataviado con un bañadorcito blanco tipo boxer, una gorrita blanca a juego y unas gafas de sol, ofreciéndome una hermosa perspectiva de su culazo mientras coloca bajo una de las sombrillas una mesita con una bandeja y un vaso alargado con una rosa. El agua espejea bajo el sol lanzando destellos deslumbrantes y de fondo suena una musiquita ideal para ser una chica rubia con un bikini rosa, una gran pamela y unas gafas de sol con forma de corazón que sorbe un dry-martini de primera hora mientras evoluciona por el borde de la piscina con unas fantásticas sandalias de plataforma, NO para ser la chica morena e insegura con un badajo entre las piernas que soy en este momento.
Deivid se vuelve al reparar en mi presencia, lanza una de sus sonrisas-spot-de-pasta-dental y palmotea la tumbona que hay bajo la sombrilla.
- Vamos, ya te lo tengo todo listo: zumito, frutitas, una tortillita estilo Deivid, un termo de café, tostaditas y si quieres después, una copita de champagne para recibir el nuevo día con una sonrisa...hoy parece que va a hacer un tiempo estupendo, ¿eh?
Pienso decir que no tengo mucha hambre pero en realidad mis tripas rugen al ver todas esas cos-itas tan bien dispuestas, así que me siento, le miro con cara de chucho al que no le gusta que le vean comer y él asiente satisfecho.
- Vale, lo he cogido, voy a recoger la cocina, entretanto quiero que no dejes ni una miga, ¿vale?
Asiento pudorosa, incapaz de olvidar que él ya me ha visto desnuda y espatarrada en la cama con esa gran sorpresa bajo el ombligo, y él se larga con una risita y un cantarín "¡que aproveche!"
...durante un rato olvido el tema fashion tragando como una lima todo lo que Deivid ha dejado ahí, más que comer devoro, me chupo los dedos y por fin abro una mini-botellita de champagne que encuentro en una cubitera a mis pies y me sirvo una copa que encuentro gratificantemente helada. Entonces estiro las piernas, me apoyo en el respaldo de la tumbona y quedo con la mente en blanco observando el reflejo del increíble chalet de Espe sobre el agua y más allá de la barandilla, la ciudad ahí abajo como un rumor lejano.
Me pregunto qué será de mi trabajo, que estará pensando Bridget cuando vea que hoy no me he presentado, si Glenn Close seguirá como jefa de personal o si fue solo un espejismo de esta realidad tan particular en la que me encuentro viviendo, luego decido que no me importa nada y cierro los ojos, concentrada en la hermosa calma que se respira...
...un ligero aroma a crema bronceadora y subliminalmente a hormona masculina me hace abrir los parpados alarmada, y me encuentro a Deivid a mi lado recogiendo las cosas de la mesa. Al notar que le miro sonríe y dice:
- Tranquila, tu sigue relajada, solo voy a llevarme todo esto...caray, te lo has comido todo...¿te has quedado con hambre? ¿te apetece alguna cosa más?
Juro que cuando se me baja la mirada a la línea oscura de vello que se hunde tras la cinturilla de su bañador es un gesto totalmente involuntario, pero él debe interpretar las señales que emito de muy distinta manera porque deja caer de nuevo la bandeja, se sienta a horcajadas sobre mis muslos y coloca sus manos sobre mis manos.
- ...e-e-e-e-espera, no sé qué te ha parecido entender pero yo...
- Venga, mujer...Espe y yo tenemos una relación abierta, nada de lo que pueda ocurrir aquí ahora le va a molestar, te lo aseguro. Y además, llevo todo este rato super-cachondo pensando en tooodo lo que tienes ahí abajo y las posibilidades que tiene -tal como lo dice suena como si yo fuese una afortunada, voy a rebatirle el argumento pero se inclina hacia adelante y me pasa por el labio inferior la punta de la lengua a la vez que sus dedos se entrelazan con los míos. Así, tan cerca que puedo sentir como su boca roza la mía cuando habla, susurra- ...si quieres que pare, no tienes más que decirlo...
Ahora el culo de Deivid está acomodado sobre mi nuevo accesorio que, por supuesto, está más duro que un canto como dice la canción, y en las humedades que más allá ha generado mi viejo y entrañable chocho podrían hacer unos largos un par de patos adultos.
- ¿No...no te molesta "eso"? -digo temerosa y haciendo un par de movimientos arriba y abajo con la pelvis por si acaso no se ha dado cuenta de encima de lo que está sentado-.
- Al contrario -dice poniéndose en pie y tirando de su bañador hacia abajo para liberar su famosa XL-... me considero un tío sencillo, sin escrúpulos, ¿me entiendes?...
Luego abre mi albornoz para dejar al aire mi nueva y aberrante desnudez, se relame un poco y pone manos a la obra...

viernes, 24 de mayo de 2013

Madame Kalula



Después de la pequeña batalla campal que se ha organizado cuando Lore ha descubierto nuestra pequeña travesura de fumarnos la china que guardaba con el cola-cao.
Solo hemos alcanzado un amago de paz tras abonarle entre las dos una cantidad que me ha parecido desorbitada por la droga ( no estoy al tanto de como anda el mercado pero creo que la Lore ha aprovechado para rellenar su despensa de alucinógenos a nuestra costa durante una temporada ), hacer renovar a Bri el voto de no traer "cosas-con-polla" a casa si no ha habido consenso previo entre las inquilinas y claro, hacerle prometer nosotras a ella que iba a llevarnos a ver a la bruja.
- Se llama Madame Kalula, y es una celebridad en el mundo sobrenatural -dice emocionada mientras se retoca una raya del ojo ancha como mis muñecas-. No puedo asegurar que os haga un hueco, pero es una tía suuuper integra y que proyecta mogollón, ya lo vais a ver...
- ¿Que proyecta el qué? -pregunto muy mosca ya porque ya estoy algo harta de trascender-.
- Pues energía positiva, tía, qué va a ser. Proyecta pero tambien capta, ojo, y si te ve un karma un poco chungo lo mismo te pone de patitas en la calle, y eso no va a ser culpa mía, ¿eh?
- Más te vale que hoy reciba porque si no te pongo patas abajo y recupero toda la pasta que nos has sisado. Y TU, BRIDGET, VAS A QUEDARTE AHÍ O VAS A ACOMPAÑARNOS...-mi amiga todavía no ha metabolizado todo lo que se ha metido y está arrodillada ante el altarcito de su Barbie murmurándole incoherencias, parece evidente que no vamos a poder contar con ella para la siguiente fase de la misión, por lo cual le digo a Lore-...vamos a tener que ser solo tu y yo, ¿vale?
-...¡glup!...vale. Pero no te hagas ilusiones conmigo en plan tu Indiana Jones y yo la rubia del templo maldito porque tengo una relación estable y no quiero estropearla montándome películas con chicas con polla, ¿okey?
Estoy por darle una guantada y decirle que a mi no me van las tías y mucho menos si son góticas y jilipollas, pero se me  plantea de pronto "la pregunta": si no logro desembarazarme de mi nuevo paquete, ¿qué será lo que me gustará? ¿seguirán siendo los tíos?...¿serán las tías?...y tanto si son unos como otros, ¿como llevarán acostarse con la nueva especie de híbrido en la que me he convertido? ¿y si a nadie le gusto por ser un bicho raro? ¿Estaré condenada a la soledad de por vida?
Lore cree entender en mi gesto de preocupación que me siento rechazada y me da unas palmaditas en el hombro:
- ...no pasa nada, tía, no se acaba el mundo, ya me gustaría a mi darte el gusto aunque no fuese más que por curiosidad, tu ya me entiendes, jijiji, pero soy superfiel, de veras, no podría hacerle esto a mi Vane, ¿entiendes?
- Déjate de monsergas y vamos ya a ver a la bruja esa. Que si no estoy en mi casa antes de las once y como nueva vamos a volver aquí y voy a fregar con tu culo esta pocilga de apartamento.
Nos vamos a la calle, ella repitiendo todo el rato "pero-que-chunga-eres-tia" y yo rugiendo incomodísima por no ser capaz de colocar mis nuevos atributos de una forma en que no me sean tan molestos de aguantar.
El trayecto es afortunadamente corto, el local de Mme. Kalula está ubicado en el centro de una zona de copas muy cercana a casa de Bridget, una zona que yo frecuentaba con mis colegas del instituto en aquellos tiempos dorados de inconsciencia y botellón y que ya empieza a estar muy animada como buen jueves-noche que se precie. De hecho la sede desde la que Mme. Kalula se comunica con el otro barrio, proyecta y percibe, es el "Madame Kalula's Mojitos Bar", un tugurio más pequeño que el cuarto de baño de mi casa con la música a tope, cuarenta pardillos dando saltos codo con codo a un lado de la barra y al otro una rubia pechugona con cara de mala hostia poniendo copas como quien le echa pienso a las gallinas.
- VAYA, QUE MISTICO TODO -le digo a la Lore que entra esa cara de emoción religiosa contenida que supongo pone una para ir a besarle el anillo al arzobispo-ESTOY ACOJONADA, TIA.
- ESTO ES LA TAPADERA, MADAME ESTÁ ATRÁS -responde ella con un ligero gesto de fastidio como si estuviese harta de dar explicaciones a los paganos-.
Accedo al interior de las instalaciones pensando lo que ocurriría si alguna de mis nuevas y perfeccionadas amigas me viese allí, en un chiringuito tan poco "chic" y en una zona "de críos" que haría a todas poner los ojos en blanco y decir "¡pero que dicesss, tíaaaa!" ante la sola sugerencia de asomar la nariz dentro a ver qué hay...
...por eso me quedo muerta cuando en el exiguo espacio del bar, rodeada de un aura que parece que nadie se atreve a atravesar, me encuentro a Espe...
Espe es mi prototipo de mujer perfecta: una abogada de éxito que vive en una casa de ensueño en las afueras con jardín y piscina, y cuyos amantes -de duración nunca superior a los seis meses- siempre parecen sacados de catálogos de ropa interior masculina ( y encima siempre resultan cultos y educados, puta ciencia-ficción si no lo ves para creerlo ) No va al gimnasio pero tiene un cuerpo perfecto, luce una melena oscura que no le importa zarandear sin darse importancia para dejar a todo el mundo colapsado, unos dientes cuyo único cuidado dice ser cepillarse con Licor del Polo y además la tía tiene un estilazo tremendo, porque ahora mismo está delante mío con un traje pantalón color burdeos y unos zapatazos de morirte y da la sensación que brilla con luz propia en medio de la chusma. Para colmo, ni siquiera nos da la satisfacción de poder comentar entre nosotras “sí, muy fisna pero menuda jilipollas” porque resulta que es simpatica, dulce, inteligente, buena amiga, es decir, dan ganas de matarla para evitar que se reproduzca y pueda llenar el mundo de mujeres perfectas que nos inspiren a las demás deseos de enterrarnos en estiercol y dejar que crezcan champiñones sobre nuestras cabezas.
Cuando me ve aparecer en compañía de la gótica esboza una hermosa sonrisa y corre a darme un rápido abrazo gracias al cual puedo aspirar una levísima fragancia floral que no sé cual será pero ya estoy tratando de memorizar para volver loca a la de la perfumería de mi barrio mañana mismo.
- ¡Sheila, que alegría!...¿como tú por aquí?
Trato de comportarme como una zorra y enseño dientes al decirla lo de:
- No, la pregunta es: ¿qué haces tú aquí?...¡pero Espe, que ya no somos unas crías, tíaaaaa!
Si percibe maldad en mi respuesta no lo demuestra, solo señala a un grupo de tías pequeñitas y gorditas que beben pepermint y dan gritos y me dice en tono de complicidad:
-Me han traido ellas...estoy siguiendo unos seminarios sobre culturas primitivas ¡super interesantes, de verdad! y como hoy era jueves las chicas han propuesto salir a tomar una copa, así que aquí me tienes...eh, no conozco a tu amiga, nunca la has traído a nuestras salidas -suelta de pronto sonriendo a la Lore y tendiéndole la mano- ¿que tal estás? Soy Esperanza.
La Lore no parece acostumbrada a que seres humanos pertenecientes a un nivel evolutivo superior reparen en su presencia salvo para decirle "¡Chita!¡Angawa!", por lo cual primero se pone roja, luego resopla y por fin estrecha con timidez la mano de super-woman.
- Soy Lore, qué tal, tía.
Sonaré horrible pero siento la necesidad de mostrar una relativa distancia afectiva y personal con Lore, por ello me interpongo entre las dos y digo:
- En realidad Lore y yo nos acabamos de conocer, ¿sabes?...es compañera de piso de Bridget, ya sabes, la gordita que trabaja conmigo, y me ha traído aquí porque...
-...porque le ha salido un rabo de la noche a la mañana y vamos a ver si podemos pedir ayuda a los espíritus -gruñe la Lore mosqueada por mi intervención-.Para que le quiten el pito, ya sabes.
Eso sin duda deja a Espe un segundo con la boca abierta, después sonríe, me mira buscando en mi mirada algún gesto que le haga entender que se trata de una broma, y claro, tengo que responder en consecuencia:
- ¡ah, ha-ha-ha! Tienes que perdonar a mi colega Lore, tiene problemas de comunicación empática, no acierta a decir lo que quiere decir sin meter la gamba. Realmente estamos haciendo una investigación sociológica por cuenta de mi empresa y por cosas del muestreo aleatorio y tal nos ha tocado venir aquí y, como Lore es una habitual, pues se ha ofrecido a acompañarme...¡no de muy buena gana, ha-ha-ha, de ahí lo del rabo, ha-ha-ha-ha!, pero tranquila estamos todas bien, ¿VERDAD LORE?
La Lore no contesta, pone los ojos en el infinito como un chucho aburrido de estar atado a una farola, en cambio Espe sí responde al momento:
- ¡Vaya, que interesante! ¿y de qué va la investigación? ¿teneis tiempo de tomaros algo con nosotras mientras nos lo contais?
- Va a ser que no, cielo -digo con esa sonrisa profesional mía que tranquiliza y desarma al mismo tiempo- Pero ya quedamos esta semana próxima un día y te cuento con detalle, ¿Okis?
- Claro...bueno, si no me has llamado tu para el próximo jueves voy a llamarte yo, ¿eh, Sheila? Así que no te olvides de mi -dice la muy zorra encantadora como si fuese yo la superguay y no ella, después se vuelve a Lore, la planta un beso en cada mejilla y le suelta como si de verdad fuese agradable de ver- Y tu te apuntas, ¿vale?, y también Bridget que hace una eternidad que no la veo...Una fiesta de chicas, ¿a que apetece?
Cuando arrastro a Lore hacia el fondo del bar donde presuntamente está la solución a mis problemas tiene el valor de decirme:
- ¿Y como una tía tan borde como tú tiene amigas tan guays?
- Si sabes lo que te conviene calla y sigue.
...al fondo del tugurio, en la última puerta que hay después de los baños, está al parecer la guarida de Madame Kalula. En ese punto del pasillo la penumbra es tan profunda que Lore saca el movil y me pone la pantalla iluminada delante para poder verme la cara.
- Seguro que nos manda a tomar pol culo. Es una celebridad, no se puede llegar a cualquier hora su puerta, echarla abajo y soltar “perdone pero me ha salido un rabo y necesito atención inmediata” ,si es eso lo que tenías en mente.
Antes de que pueda decirle de una manera un poco grosera lo que de verdad tengo en mente, la puerta se abre y una mujer de la edad de mi abuela, con un vestido negro, un collar de perlas gordas y el pelo cardado de un blanco impecable aparece y cruza ante nosotros sin decir ni mú.
Lore se pone un poco histérica y empieza dar saltitos y a señalarla, así que no tengo dudas de a quien tengo delante: a la mismísima Kalula en persona. Había imaginado algo más étnico, no sé, el nombre me hacía pensar en un rollo haitiano y no en esta señora con anteojos de recargada montura dorada que me mira con gesto asesino cuando me cruzo en su camino.
- ¿Madame Kalula?
- Estoy en mitad de una sesión espiritista, solo he salido a hacer pis. En este momento no puedo atenderla -me contesta con voz gélida-.
- Se trata de una emergencia -insisto tratando de ser amable mientras Lore dice “no-no-no” con la cabeza ahí detrás- No me atrevería a interponerme entre usted y el urinario si no fuese por algo mucha gravedad.
- Ahí dentro tengo media docena de espíritus familiares vengativos desatados, si me entretengo en escuchar su problema no sé lo que puede...
- Vamos-vamos, si ha salido a hacer un pis no puede ser tan grave, en cambio esto SÍ lo es. Me han echado una maldición...
Lo del pis la enfada, no entiendo porqué de un tiempo a esta parte todo el mundo acaba por mosquearse conmigo en cuanto abro la boca, porque en general soy una muchacha de carácter suave y la gente tiende a simpatizar conmigo e intentar comprenderme antes que discutir, pero algo ha cambiado, no sé si en mi manera de decir las cosas o si es algo que tiene que ver con mi nueva polla...
- Tendrá que esperar o marcharse, ¿qué le parece? -me gruñe la vejestorio- Tómense una copa mientras, ayuden a mantener el negocio. Y si no le gusta lo que oye, lárguese con la música a otra parte.
Tengo una larga lista de groserías preparada para decirle pero Lore ya está tirando de mi de vuelta al bar.
- Venga tía, págate un mojito y hacemos tiempo, no seas borde porque así solo vas a conseguir que nos mande a tomar por el culo. A ver si vemos a tu amiga la tía buena que por lo menos a esa da gusto mirarla y oirla hablar.
...pero sospechosamente Espe se ha largado del tugurio en este breve espacio de tiempo en que Madame Kalula nos ha despedido con cajas destempladas. ¿Estaría en el fondo un poco avergonzada por haberla encontrado yo allí?...
...tengo que cortar mis elucubraciones porque la Lore ya ya pedido cuatro mojitos y se está bebiendo el primero.
- ¡¿pero cuatro mojitos?! ¿quieres matarme o qué?
- Claro, como tu y Bri ya os habeis colocado de sobra en casa a mi costa no tienes el cuerpo pa más, pero YO SÍ. Y necesito algo que me haga sentir bien porque m'estoy sintiendo manipulada, me veo que va a darme la bajona y no sé lo que va a pasar...oye ¿a esa amiga tuya de antes la va el rollo lesbi?...jo tía, es que creo que estoy medio enamorada...
Esta línea de conversación continúa y continúa mientras la Lore va metiéndose un mojito tras otro, por fortuna antes de que termine el cuarto aparece la mismísima Madame en una esquina de la barra. Levanta un dedo y la rubia pechugona la sirve un chupito de whisky a toda velocidad antes de que yo me despegue a la Lore y llegue hasta ella. 
- ¡Eh, estamos aquí! ¿ya terminó con los espíritus?
La forma que tiene de arrugar la nariz al verme hace que me olfatee las axilas por si hay algo ahí que yo no percibo capaz de provocar esa reacción.
- ¿Todavía está aquí? -dice contemplándome con unos ojillos azules fríos como dos canicas de vidrio- No sé si sabe que solo recibo con cita previa. Hoy ya he agotado toda mi energía psíquica, tendrá que volver otro día.
- Vamos, no necesito que emplee su energía psíquica, solo necesito consejo. ¿No puede hacer eso ni siquiera por una amiga de su amiga Lore?
- ¿Lore?¿Quien es Lore?
Me vuelvo a señalarle a Lore en el momento en que esta se pone a bailar con un gordito de gafas que sin duda le ha prometido otro mojito a cambio de poder arrimarle un poco la cebolleta.
- Esa Lore. Ella me ha traído.
Madame Kalula contempla con gesto ligeramente divertido la borrachera que está empalmando mi socia y luego parece sentirse más benigna al contestar.
- Esas chicas jóvenes... seguro que ha asistido a alguna sesión de grupo, ha quedado impresionada y por eso le ha venido a la cabeza mi nombre cuando se trataba de solucionar su problema. Pero debo decirle que   mi don no es algo que yo pueda utilizar a mi antojo, a veces se da y otras no, y no depende de mi el decidir a quien puedo ayudar. No hay un interruptor mágico que acciono y entonces puedo hacer de bruja, ¿me entiende?
Por alguna razón eso hace aumentar la credibilidad que le otorgo a Madame, y me hace insistir:
- ...por favor, es muy grave...mi vida se ha vuelto del revés y no sé a quien recurrir para solucionarlo...¿no puede concederme unos minutos nada más?
Madame se bebe su chupito de un sorbo, luego hace otra seña a la rubia de la barra que ella entiende porque trae una botella de whisky entera y me la muestra diciendo:
- Esto será el pago de su consulta. ¿Tiene tarjeta de crédito? Debe amortizar las copas que podrían servirse con ella, y le garantizo que salen unas cuantas.
Asiento valerosa, harta de pelear con el tiburón que tengo entre las piernas, y entonces Madame echa a andar hacia el oscuro pasillo de los servicios haciendo un gesto con la mano que no lleva la botella.
- ¡Vamos, sígame!...por esto no puedo concederle más de diez minutos, aprovéchelos al máximo...
Cuando llegamos a la penumbrosa puerta de la consulta un cuerpo pequeño impacta contra mi espalda, me vuelvo bufando y encuentro a la mismísima Lore con el párpado caído y cara de reproche.
- Nnnno irrrias a entrrar ssssin mi, ¿verdadddzzzz?...coññññiiio Cheila, t'estás saltando la escala de manndos...
Madame la echa un vistazo rápido y luego pregunta:
- ¿Necesita que ella también esté ahí dentro? Porque si no es estrictamente necesario yo...
- ¡peeeeeeeerrrrrooo Madammmm! -chilla la Lore indignada- ¡ssi me conoce peeeerrrfectamente! ¿no se acuerrda de mi? ¡si me vendio el libro de la puta ouija por el que me clavó cuarrrenta y ocho euross!
La bruja compone el mismo gesto de disgusto olfativo y después dice:
- Bien, entren las dos. Pero deben descalzarse antes de cruzar el umbral - y para demostrarlo da un grácil saltito y se apea de sus dos zapatos de tacón negro- El calzado arrastra mucha energía negativa de esa que anda a ras de suelo, no quiero que me contaminen la consulta...
Algo tan sencillo resulta una complicación inesperado pues apenas la Lore deja sus dos botines al lado de la puerta y queda en calcetines, una profunda peste a queso manchego trasnochado inunda el reducido espacio en el que nos encontramos. Madame Kalula me mira con ojos de ir a caer redonda al suelo y yo acto seguido me vuelvo a Lore que nos contempla con sonrisa beatífica, me aprieto la nariz con dos dedos y le gruño
- ...pero Lore...¿que tenías metido en el zapato?
- NO T'ENTIENDO, TÍA, ¿QUE PASSSA QUE LAS QUE NO ENTRAMOS EN TUS CANONES DE BELLEZA TENEMOS QUE SER RECHAZADAS POR LA SOCIEDAZ? -grita y luego más bajo- ay que chungo, tía, que chungoooo...
Madame Kalula recobra el resuello unos instantes solo para decir
- Sus diez minutos se han reducido a cinco. Y ELLA se queda fuera.
....dejamos una Lore blasfemando en el pasillo y sigo a Madame Kalula a un espacio oscuro indeterminado en el que no logro distinguir mucho más que una mesa camilla apenas iluminada en el centro de una habitación y un par de sillas a cada lado. Madame da unas boqueadas una vez sentada en su silla y recuperada la respiración, sisea:
- Cuénteme en cincuenta palabras lo que la ocurre. Prefiero ser yo la que hable y usted la que responda con monosílabos, ¿de acuerdo? ...no conteste, solo asiente si está de acuerdo, y a continuación diga lo que la sucede.
Me dejo caer en la silla también aliviada por haber puesto distancia entre mi organismo y los pies de la Lore, luego lo pienso un momento y digo:
- Ayer-Noche-Avería-Coche-Aparicion-Pies-Cabra-Amnesia-Y-Hoy-Amanecí-Con-Un-Pene.Me han sobrado treinta y seis, ¿vio?
Madame Kalula saca de algún sitio un pitillo muy largo que enciende antes de responder contemplándome con gesto ceñudo.
- ¿Un Pene?...¿se ha despertado con UN PENE? -al ver mi rostro compungido se ablanda y suena más comprensiva y acogedora al decir- ...bien, olvidemos las cincuenta palabras. Cuénteme lo que sucedió paso a paso y si hoy ha visto algo más extraño aparte de lo evidente, ejem-ejem.
Me suena tan sensata que empiezo a largarlo todo: la parada del coche, el encuentro con Glenn Close y mi despertar en la misma oficina con aquello ya entre las piernas. Cuanto más hablo más se agita Madame, y al llegar a la parte en que me encuentro a la mismísima Glenn Close como jefa de personal de mi oficina se pone en pie, da un golpe en la mesa con la palma de ambas manos y grita:
- ¿PERO NO SE DA CUENTA USTED DE QUE HA PERDIDO EL CONTACTO CON LA REALIDAD?¡ESTÁ USTED EN LA DIMENSIÓN DESCONOCIDA!...¡TIENE QUE DESPERTAR, SHEILA!¡DESPIERTE!...¡DESPIERTE!
El siguiente golpe sobre la mesa hace desaparecer a esta en la oscuridad y a mi misma cerrar los ojos sobresaltada.
Luego, despierto...

sábado, 18 de mayo de 2013

Quien tiene una amiga tiene un tesoro




En casa de Bri.
Hemos pasado por urgencias donde me han dado tres puntos en la coronilla, justo en el punto donde me impactó el botellazo de la Choche, y al final no nos ha venido tan mal porque gracias a eso tenemos un parte de haber recibido asistencia médica que podré presentar en el trabajo mañana, ¡que todavía será viernes!...
Bri comparte piso con otras dos chicas, un apartamento del centro super pequeñito de dos y salón en el que mi amiga tiene una habitación y las otras comparten la segunda. Quien haya oido esa leyenda urbana de que las chicas son mucho más limpias y ordenadas que los chicos a la hora de atender una casa debería pasar por el piso de Bri: nada más entrar encuentras un corto pasillo que hay que cruzar esquivando cajas llenas de trastos y montones de ropa sucia. De ahí vas a dar a un salón con una estantería llena de más trastos, una tele, un sofá que hay que desocupar de todavía más trastos en el suelo si te quieres sentar y, eso sí, una grandísima ventana desde donde divisa una gran panorámica de la ciudad, con el edificio en que trabajamos en medio de la vista. Una vez en donde te encuentras y si no te han abandonado las fuerzas, puedes intentar saltar la barra americana que lo separa de la cocina y aterrizar en medio de un montón de cazuelas a medio fregar, una colección de tazas de desayuno con restos de café, la despensa llena de bolsas de chuches  que comparten espacio con potingues para adelgazamiento y todo ello amontonado por encima y a los lados de una pequeña nevera y un microondas con cara de llevar una vida dura y estar a punto de irse al otro barrio. Si no te llevas una porción de pizza clavada en el tacón del zapato quizás puedas aventurarte hasta el baño, donde deberían colgar el letrero ese famoso de "Quien entre aquí que pierda toda esperanza", o entrar en las habitaciones de las chicas. La de las dos compañeras de piso tiene una señal de "prohibido el paso" ( robada seguramente de algún centro comercial ) sobre una puerta que siempre está cerrada, no puedo decir nada sobre su interior porque nunca se ha mostrado a mis ojos, pero al otro lado un gran corazón de color rosa alberga en letras blancas el mensaje "Bienvenidos al Mundo de Bri", algo terrible que sin duda yo NO le regalé. En su interior Bri demuestra tener ciertos problemas para declarar como concluidas determinadas etapas de su infancia y comenzar a enfrentar el mundo como una mujer adulta: mobiliario rosa pastel, cortinas y ropa de cama a juego, una Barbie rodeada de todos sus accesorios en una especie de altar ceremonial, es como si uno metiese su cabeza en un inmenso chicle con sabor a fresa pero eso sí, allí al menos reina el orden y la armonía, lo cual deja a las claras quienes son las responsables del caos exterior.
Bri me sienta en una butaquita de su cuarto que quizás estuviera bien para una nena de seis años pero en la que mi culo se encajona de una manera que temo llevarmela a casa adosada a no ser que avisemos a los bomberos. Ella se sienta en la cama y comienza a comer gominolas ( color rosa, claro ) de un frasco.
- ¿Ves? Por tu culpa voy a mandar a la mierda toda una semana de dieta draconiana. ¿Sabes que al probarme la semana pasada el bikini-dolche-gabana se me rasgó a la altura de la raja del culo cuando me agaché a abrocharme las sandalias? Me estáis provocando una crisis de ansiedad TU y tu nueva polla, ¿sabes?
- Bueno, lo siento, pero si tan ansiosa te pongo haberme dejado en mi PUTA casa y ya está -respondo recuperando el mismo nivel de agresividad que parece haberse apoderado de mi durante toda la jornada-.
- Ah, no, no te consiento que me montes a mi el mismo númerito del bar. Sabes que sin duda he perdido dos amigas para siempre, ¿verdad Sheila?
- La Choche puede darse con un canto en los dientes esos tan feos que tiene con que yo me haya hecho la guay y no la haya denunciado a la policía por agresión -gruño, y luego trato de centrarme en al asunto  principal-...lo importante no es eso, la cuestión es qué me ha pasado, porqué tengo esto y como voy a librarme de ello. Esto no es un virus ni una indigestión, Bri, esto es una puta maldición, ¿no te das cuenta? ¡Algo sobrenatural!
- Sheila, no te pongas histérica, que tu siempre has sido una tía muy sensata y me has aportado el equilibrio al fen-chui que yo necesitaba --me suelta en tono lacrimógeno como si la del problema fuese ella y no yo-, y ahora...ahora no te conozco.
- No me toques los cojones Bri que lo del feng shui es tema de recolocar el mobiliario. Esto no es normal, a nadie le ha salido una polla de la noche a la mañana. Necesito ayuda, pero creo que la medicina tradicional no va a poder hacer nada...
- ¿Quieres que le pregunte a la Lore?...igual está en su cuarto. De todos modos me iba a levantar a coger unas cervezas, ¿te apetece?
La Lore es una de las compañeras de Bri que viven tras el rótulo de "prohibido el paso", una tía bajita vestida de negro y con un cutis paliducho de anemia ferropénica permanente que trabaja poniendo copas en un local de ambiente gótico del centro. La otra es Vanessa ( "La Vane" ), que para compensar el poco cuerpo de la Lore es una suerte de mastodonte con el pelo rapado al dos que anda colocada de militara profesional. Ambas dos comparten habitación y además molestan muy poco a Bridget pues tanto la Lore con su trabajo nocturno como la Vane con sus turnos y sus guardias pasan muy poco tiempo en casa 
( y,como es evidente, encuentran muy poco tiempo para limpiar ). Pero la mención de la Lore por parte de Bri viene a cuento porque según me ha dicho ella todos los fines de semana les echa las cartas y organiza una pequeña sesión de ouija a la que espíritus famosos del calibre de Elvis Presley o Maria Antonieta acuden para asesorarlas a las tres sobre cuestiones fundamentales como "me funcionará la dieta de la alcachofa" o si "es posible hacerle vudú a los pelos del bigote".
Evidentemente, la idea no me vuelve loca pero no sé qué hacer, no me apetece andar contándole a más gente mi situación pero tampoco quiero marcharme a casa para quedarme allí sola con mi problema. Podría coger el coche ( si es que sigue donde supongo que debería estar ) e ir a casa de mi madre, porque igual sus amigas medio brujas tienen una idea de lo que me pasa y como solucionarlo pero ¿como me presento ante mamá con semejante papeleta?. Así que me obligo a relajarme y digo:
- Bueno pues vete a por las cervezas y le das un toque a la puerta a Lore a ver si está por la labor de recomendarnos algo.
Bri asiente rapido como si se sintiese feliz de poder ausentarse de mi presencia una temporada , la oigo trastear por la casa ( supongo que tropezando con las montañas de cosas que hay aquí y allá ), y por fin vuelve sudorosa, con las mejillas coloradas y un pack de seis cervezas en la mano.
- La Lore no está, y la Vane tampoco -susurra jadeante- Pero mira lo que he encontrado que guardaban las muy pájaras en el frasco del colacao...
Extiende la palma de la mano y me enseña una bolita oscura del tamaño de una avellana.
- ¿Que es eso?
- Ayyy, "que es eso", "que es eso" -cacarea Bri muy satisfecha cerrando la puerta y dirigiéndose al reproductor de música- te voy a poner el disco de cuando la Britney se volvió turuleta y se rapó la cabeza, ¿vale? -empieza a sonar la música y solo entonces se acuclilla ante mi y me cuchichea-...¡que vamos a hacernos unos porritos, Sheila!...¿a que mola?
- Pero Bri...como sea el costo de la Vane no me pidas a mi que te defienda cuando busque responsables...además ya sabes que yo no fumo hace mucho...
- Esto no es fumar, mujer, esto es droga sana -rie sacando la máquina de liar pitillos y comienza toda la parafernalia- Yo creo que la marihuana nos va a transportar a otro estado espiritual en el que vamos a ser capaces de ver nuestra realidad con una mirada distinta y vamos a encontrar las soluciones que aunque son evidentes ahora permanecen ocultas...venga, abre un par de latas, cojona...
He tenido bastantes ausencias de la realidad hoy como para desear más, pero qué quieres que te diga: todavía es media tarde, ese rato del día que siempre me resulta super deprimente y estoy cansada de luchar contra el destino, así que me relajo, abro las latas, estiro las piernas y solo acierto a decir:
- Oye Bri, llevo seis meses sin fumar, esto no me hará recaer otra vez en la cajetilla diaria, ¿verdad?
- No seas tonta, Sheila, esto no es tabaco, son canutos, no tiene nada que ver -me suelta la Bri en plena onda jipi-, tu no lo enfoques como satisfacer una necesitad física, tu piensa en trascender y tal, ¿m'entiendes?
Anda, pégale una trompada, tonta, a ver que material se fuman estas guarras...
...total que agarro el porro, me lo llevo a los labios, inhalo profundamente y tal como me pide Bri, me pongo a trascender...

...no sé que hora es pero ya es de noche y estamos la Bri y yo en bragas poniendo el disco de la Britni por trigésima vez, en pleno ataque de risas flojas cada vez que se me escapa una de mis nuevas pelotas por debajo de los elásticos de mis prendas íntimas, ¡qué sé yo!, podría decirse que hemos trascendido y hemos ido más allá de nuestra problemática alcanzando algo parecido a...¿el nirvana?
Justo en ese momento de profunda armonía de nosotras mismas, el universo, y nosotras mismas como conjunto dentro del universo, se abre la puerta de repente y aparece la Lore, tan pequeña y tan de negro como siempre, destacando en el cuarto de Bri como una mosca en un expositor de merchandising de la Hello Kitty.
- ¡Hostias, Bri! Se oye a la Britney desde el portal, y huele a porro desde el mismo sitio...¿pero qué cojones estás haciendo? ¿no eras tu la tía responsable del piso?
Como Bri no dice nada, presa de la risa como está, se vuelve hacia mi, luego echa un vistazo por debajo de mi cintura, miro yo también y veo que de nuevo una de mis nuevas amiguitas peludas ha logrado escapar de su prision y cuelga por ahí fuera tomando el airecito.
La Lore deja caer su macuto, se lleva la mano a la boca y ahoga un grito.
- ¡Joder!¡joder!
Sale corriendo, tropieza con una caja llena de platos y gracias a eso yo logro saltar, agarrarla de los tobillos y hacerla un placaje estupendo.
- ¡Quieta ahí! ¡Llevamos todo el día esperándote! -ordeno porque no para de chillar- ¿Te puedes relajar un momento?
- ¡No me gustan las pollas! ¡No quiero participar en lo que sea que os estáis montando juntas! ¡No quiero saber nada de todo esto!
- Lo sabía, "no me gustan las pollas"... -bufa Bri tirada panza arriba en la cama como una ballena varada en la arena- Estas guarras se lo andan montando juntas y a mi no me han dicho ni media...será posible...
La Lore continua revolviéndose como una lagartija debajo mío y solo se detiene cuando la digo:
- Que no es para follar, tonta. Fumate un porrito con nosotras y lo hablamos tranquilas, pero de antemano ya te digo que no es nada sexual, ¿vale?
Ella me contempla con ojos de animalejo vacilando un poco, luego sin duda debe concluir que no va a escaparse así como así de mi presa y resopla:
- Bueno, vale. Pero de buen rollo, ¿eh?...
Cuando le da una calada al porro se le pone la mirada soñadora y también le da la risita floja.
- Ji-ji-ji. Que mierda más buena. ¿Tenéis otra cerveza?
Con esas palabras la Lore también trasciende de si misma y se funde con el cosmos y tal...

No da tiempo a que llegue la Vane porque antes la Lore se pone en pie dando tumbos ( ya en bragas también por aquello de la trascendencia ) y nos dice en tono cómplice y borracho:
- ...niiii sus movaiisss...que parece qu'esto s'aa acabaooo pero nooooo, que aqui'stá la Lore, tías...tengo una china en el bote del colacao que vais a flipar, tías, asín que quietas ahiii...
No sé a Bri, a mi se me espabila bastante el pedo y agarro a la Lore placándola de nuevo ( "joeeee que maniaaa, tiaaa" farfulla al darse de morros con la alfombra ).
- No más droga. Te necesitamos, Lore -digo sonando sorprendentemente clara- Tu tienes contacto con el mundo del ocultismo, y creo que vas a poder ayudarnos...
A Lore no se le espabila nada la tajada que lleva pero deja de intentar escaparse a por el bote de colacao y responde:
- Nou hay que jugarrr con esssass cossasss, tía, y menoss en este estao de insconsciencias...¿se pueee saberr que te pasas pa cortarnos el rollo asin?
- ¿Pero es que no me has visto un huevo antes?...qué te crees, ¿que nací con ellos puestos?
- Mujeeerr...digo hombrreeee...eso pasa, es el cromosomas, ya sabes, si eres triple equis sale chochos y si sale equis-is te toca rabos. jisjisjis -me contesta demostrando que también con las leyes del Mendel se puede oir campanas sin saber donde y cara de no saber en que lugar ni en qué época estamos-  a mi no me impoddta lo que seas, eres guays aunque te saliesen las ies, jisjisjis.
- Esto no es la quiniela del domingo, joder. Ayer me acosté con chocho y hoy me levanté con chocho y rabo-explico rebajándome a su nivel coloquial- Por la noche triple equis y por la mañana equis-y, ¿qué me dices?
La Bri, que ya está más "p'allá que p'aca" consigue levantar la testuz de su almohada de Barbie para gruñir:
- ¿tu no tenías una amiga brujass, Lore?...venga tía arreglanos una visitilla y yo a cambio te pago la china del bote del colacao
Ahora sí que la Lore despierta a la conciencia de su realidad, me contempla un segundo con ojillos furibundos y es cuando tengo que empezar a sujetarla fuerte...

lunes, 13 de mayo de 2013

Rituales de apareamiento



Los pipiolos son de esos ejecutivillos recien estrenados, no creo que junten cincuenta años entre los dos y se mueven dentro de sus trajes encorbatados como si alguien les hubiese metido una escoba por el trasero y les costase encontrar una postura natural para acomodar el palo que llevan metido en culo.
Hay uno rubito con cara de haber abandonado el instituto el mes pasado ( el instituto y el abrazo protector de su mamá ), y otro moreno que no solo se las da de tipo duro del dúo sino además de listo. Un rollo Zipi y Zape, pero como el moreno me pone con esa barba suya cerrada, de esas que por mucho que se afeiten siempre les deja una sombra oscura en las mejillas, les doy una oportunidad.
Guiño un ojo y veo como Zipi primero palidece, luego se ruboriza y le susurra algo a Zape que es el morenazo. Zape lo piensa, me mira, mira a Bri y luego le dice a Zipi en un tono que puedo oir casi desde donde estoy "quien, ¿la caballona esa?"
¿Lo de caballona irá por mi?
Hago como que le he oido, le miro, sujeto la aceituna del martini entre los labios, pongo un gesto pícaro y cuando intento el numerito de sostenerla en la punta de la lengua sale rodando y cae en el regazo de Bri.
- Sheila, de verdad que no te conozco. -me dice mi amiga mientras yo me empiezo a mosquear porque Zape se está descojonando tras mi malabarismo frustrado- Venga, pasamos por el telepicha, nos cogemos una  familiar y vamos a mi casa a ver una peli de chicas. ¿Te hace?
Tengo que volverme a mi amiga con gesto de incredulidad.
- De verdad, Bri, no puedo creer lo que estoy oyendo. Te estoy proponiendo tirarle los tejos a ese par de jilipollas y tu ¿quieres ir a tu casa a comer pizza y ver de-uve-dés?
Mi amiga se acerca para poder hablarme a la oreja a pesar de que nadie más que Zipi y Zape parecen estar prestándonos atención.
- Si, Sheila. Porque no estás siendo tu misma, y porque creo que estás olvidando lo que llevas colgando entre las piernas. ¿Qué vas a hacer si te enrollas con uno de ellos, vais a su casa y se pone cariñoso?
- Pues utilizaré la misma frase que tanto les gusta utilizar a ellos con nosotras cuando nos enseñan la polla: "Bájate al pilón, nene"...¡Venga, Bri!...¡necesito recobrar confianza en mi misma y en mi femineidad! Considéralo algo terapéutico, joder. No voy a meterme en la cama con nadie, solo necesito vacilar un poco, que un tío me tire los trastos y volver a sentirme femenina, ya está. ¿Tan complicado es de entender, y que pretenda que me ofrezcas tu apoyo?
Bri pasa unos largos segundos madurando estas palabras mientras me mira fijo como si yo estuviese diciendo una cosa pero en realidad pensase otra y ella pudiera adivinarlo nada más con mirarme a los ojos. Por fin resopla y contesta:
- Vale. Sé que me voy a arrepentir, pero vale, te voy a seguir el rollo. Sé que no va a servir de nada pedírtelo pero ¿me prometes que cuando te diga que pares el carro me harás caso y nos iremos por donde hemos venido?
Pongo los ojos en blanco, me pongo en pie y la agarro de la muñeca tirando de ella.
- Venga, solo quiero sacarles un martini gratis, mujer...vamos a por ellos...
Me acerco abriéndome paso a empujones con Bri detrás mío sujetando en una mano los martinis y en la otra el plato de las bravas, un poco rara si lo pienso porque como dice mi amiga no soy del todo yo. La "yo" que recuerdo nunca hubiera recorrido la distancia que nos separa de Zipi y Zape, se habría quedado sonriendo coqueta, enrollando en el dedo índice uno de sus rizos y ensayando largas caidas de pestañas a la espera de que el macho reproductor viniese a hacer pis sobre sus zapatos marcándola para la cópula.
Tampoco lo esperan Zipi y Zape, porque cuando me ven apoyar el codo en la barra y sonreir como un cocodrilo hambriento a ambos parece habérseles atragantado algo a la vez.
- ¿Que tal, chicos? ¿Me dejais que os invite a otra cervecita?
Esto les deja unos segundos desarmados que si pudiesen emplearían en deliberar entre ellos para pensar cual debería ser el paso que dar a continuación, pero no pueden porque estoy ahí y Bri está detrás hecha un lío con las copas y las bravas, lo cual hace a Zape sacar pecho y decir:
- Hombreeeee, chochooooo, te tendré que invitar yo, no jodas.
"Chochoooooo".
Zape acaba de ascender automáticamente al estatus de Soplapollas.
- Que fino -le digo sonriendo- Pero mejor que decirme eso tan feo podrías preguntar como me llamo, ¿no? ¿o también llamas "chocho" a tu mamá cuando te saca el calzoncillo limpio de la lavadora?
No he pretendido sonar agresiva pero el rostro de Zipi está virando peligrosamente al color ciruela-claudia mientras dice estrangulado a Soplapollas:
- ...vamonos tío que estás son unas buscabullas, seguro.
- Andaaaaa -suelta Soplapollas sin dejarse amilanar, queriendo demostrar eso de "pa-huevos-los-mios"- ¿que te pasaaa, nenaaa, que has venido mal folláá?
Bri introduce el plato de bravas entre nosotros
- ¿una patatita para los chicos mientras nosotras vamos a empolvarnos la nariz al lavabo de señoras?
Bri pretende montarme un pequeño comité de crisis en los aseos, ya lo sé, sin embargo todos la ignoramos salvo Zipi que pincha una patata murmurando un tímido "grrrapciasss".
Yo personalmente estoy ocupada tratando de defenestrar a Soplapollas y no estoy para patatas.
- Que elegante, debes triunfar con las chicas si apuntas con todas así de fino.
Soplapollas se ha acodado en la barra con su sonrisa de macho-alfa-controlando la situación y, mirando así al tendido, dice como si yo estuviese noventa grados más allá de donde estoy.
- Qué quieres, tía, nos entras en ese plan, qué vamos a pensar, jeee-jeee -y le da un codazo al pobre Zipi que está al borde de una maniobra de Heimlich peleando con su patata-.
- Bueno, pues si eres tan chapao a la antigua invítame tu al Martini y luego seguimos a tu manera -contesto engañosamente suave porque siento en las tripas un nido de culebras- Parece mentira, tan joven y tan clasicorro. Apuesto a que llevas calzoncillos de esos con botoncitos en la bragueta.
- Pues no, llevo bok-serrrrs -contesta algo agobiao Soplapollas pensando sin duda tirar al quemadero la media docena de gallumbos old-style que guarda en el ropero-.
- ¿Bok- Serrrrr? -digo zumbona- ay hijo dicho así me suena a plato chino, ha-ha-ha...pero tio, que no hemos venido a pelear...Bri, ¿otro martini?
- Con un chorrito de ginebra por favor -dice mi amiga en tono fúnebre como si le quedasen nada más un par de minutos de vida al planeta-.
Esa sensación de Bridget resulta ser casi cierta porque justo en ese momento en que me siento repleta de una peligrosa combinación de excitación y agresividad, oigo unos graznidos como de urraca perdigoneada que ya he escuchado anteriormente y que presagian el inicio de la debacle. Me doy media vuelta lentamente sacando a los chicos de mi campo visual y dejando que cuchicheen para enfrentarme a lo que viene.
...si, ahí, con sus vestiditos poligoneros, sus zapatos de plataforma y distribuido en cada ojo el presupuesto en rimmel de un colegio de niñatas góticas, han aparecido Choche y Fanni. "La" Choche y "La" Fanni" para ser más exactos, que no son más que una pareja de pendones al lado de las cuales la Dientes resulta ser más fina que la duquesa de Windsor en una recepciòn diplomática. Choche y Fanni son amigas de Bri,  como dice ella "pertenecen a mi pasado reciente y oculto", pero no resultan tan oculto cuando yo tengo la desgracia de conocerlas. No soy nada elitista, puedo moverme con soltura en medio de gente de cualquier clase, pero las amigas de Bri  me hacen desear rescatar la estratificación social de los tiempos del medievo, en donde ellas estarían ordeñando y limpiándole el culo a las cabras y yo como mínimo estaría llevando la contabilidad al gerente guaperas de la Corte.
- ¡Pero que paaaasaaaaa, Briiiiii, que no nos dices naaaaaaaa!¡Huy comiendo patatas, con lo que engordan!¡pero Briiii, cielooooo, que hay que bajar esas cartucheras, yak-yak-yak! -rie la que creo es La Choche. Luego me contempla como si tuviese algo grande y verde pegado a la nariz y dice- ...anda, si es la Cheila...hija ¿estás haciendo bodi-bilding?...es que te veo unos hombracos que no sé, yo creo que hasta t'ha crecío la nuez, yak-yak-yak, ¿a que síii, Fannniiii?
La Fanni solo tiene ojos para Soplapollas que de pronto ha puesto cara de estar agobiao con tanto chocho que diría él y farfulla:
- Que movidón tenéis montao, tías, pero nosotros tenemos que volvernos a la ofi ya mismo, ¿verdad, tu?
Zipi asiente, incomprensiblemente no ha requerido asistencia médica para mantenerse en pie, y empieza a levantarse para largarse. Esto me llena de cólera, no sé si es cosa de la Choche y la Fanni o si serán mis pelotas recién adquiridas alterándome las hormonas pero le pongo un brazo en el hombro a Zipi que le hace volver a sentarse ( "ay Dios", suspira ), me cruzo entre la Fanni y Soplapollas y digo:
-Pero cariiii, ¿no ves que estamos ocupadas y que ellos YA están ocupados? ¿porqué no os vais tu y la Choche a retocaros el make-up a las toiletes? Para cuando termineis de poneros guapas con el alicatado seguro que el Juicio Final ya está sobre nosotros.
- Ayyy el juiciossss, que culta es la Cheiliii -dice Fanni en plan de habernos sentado a compartir tortilla ella y yo alguna vez- Que paaasaaaa, que tienes miedo que te levantemos los piboos.
Y entonces me empuja.
Son solo dos dedos en mi hombro que me hacen apenas balancearme un poco, pero es como si una oleada de fuego se generase en el punto en que ella contacta conmigo.
Noto como se me pone la sangre a punto de ebullición, agarro a la Fanni por las chorreras de ese espanto de blusa que se ha calzado y le gruño:
- Como vuelvas a ponerme la pezuña encima te pongo yo las siliconas de sombrero
Entonces se desata la debacle: la Fanni se acojona, Bri se acojona, Zipi y Soplapollas se acojonan, todos se acojonan. Mi presa empieza a chillar como rata con el rabo pillado en ratonera "¡CHOOOCHEEEEEEE QUE ME MATA ESTA JAPUTAAAAA!" demostrando que incluso en situaciones de apuro sabe comportarse como una señora, veo al camarero plumífero hacerme un gesto en plan "¡cuidado, a tu espalda!"...
...pero es demasiado tarde, algo impacta contra mi coronilla y caigo relocha al suelo, de vuelta a la piadosa inconsciencia por...¿tercera vez en el mismo día?...
Esto no es normal...

viernes, 10 de mayo de 2013

Vermouth Trendy



Un rato después.
Tras la proposición nada sutil que me ha hecho la Dientes de comprobar qué tipo de reacción experimenta mi nuevo apéndice si le sometemos a tratamientos habitualmente gratos para el sexo masculino ( "como podd ejemplo una felación, una mamada, ¿me entiendezzz?" ) para estudiar su capacidad de respuesta, me he subido los pantalones y he salido de ahí pisándole el rabo a Calígula al salir y provocando una estampida aviar en el gallinero del primero. Por suerte la panda del moco del Tapón no se encontraban en ese momento por ahí y para cuando Bridget me ha alcanzado resoplando como un chucho viejo, caminábamos ya por una zona urbanamente segura.
- ¡TÍA, NO DOY CRÉDITO A TU ACTITUD! -ha chillado con las mejllas coloradotas, los pelos revueltos y el cutis peor que nunca- Esa tía, que además de ser mi amiga es una profesional, nos estaba atendiendo gratuitamente nada más por el buen rollo que tengo yo con ella y de pronto ¡TE COGES Y TE LARGAS!...
- Venga, Bri -he respondido sin aminorar el paso ni mirarla más que un segundo a la cara- Practicamente ha dicho que me quería chupar la polla, ¿qué querías que hiciera?
Bri ha mascullado cuatro obscenidades antes de seguir.
- Bueno pues ahora se ha chinao y dice que le debemos cincuenta euros por la consulta, y eso si no le has roto el rabo al gato cuando salías porque entonces nos va a pasar la minuta del veterinario.
-Yo sí que no doy crédito, Bridget. Tengo un problemón cojonudo, estoy super-preocupada y me vienes tu contando que la Dientes está ofendida y que si le he pisado el rabo al gato...pero por favor, ¿solo soy yo la que ve algo disparatado en todo esto?
- Sheila, tengo que estar a buenas con ella, es la jefa de mi grupo de tupper-sex, como no arregle esto al mes que viene van a hacerme el vacío. Y esa reunión no me la puedo saltar porque tocan los aceites de masaje comestibles...joder, no puedes hacerme esto encima que me he metido en la movida solo por ti... ¿hace veinticinco euros cada una?...

Al final hemos llegado a una solución intermedia que ha sido invitarle al aperitivo en ese sitio tan trendy que conoce, y la promesa de quedar en territorio neutral Bri, la Dientes y yo para redactar un acta de conciliación. Lo cierto es que no quiero reconocerlo ante mi amiga, pero me siento mucho más cómoda tratando "este asunto" entre conocidas ( aunque una de ellas sea la Dientes ) que yendo a una impersonal consulta donde un médico pueda encerrarme en una cámara de cuarentena no vaya a salirle una polla en la oreja por manosearme demasiado y pasar acto seguido a la historia como rareza de la medicina. No prometo pagar, pero quizás sí llegar a un acuerdo que incluya no chupetearme esa cosa para ver lo que sucede...
El sitio "trendy" es un local con grandes ventanales a la calle y decorado como el salón de mi abuelita: muchos divanes con aire apolillado, estanterías cargadas con libros medio descuartizados y electrodomésticos "vintage" repartidos estratégicamente por ahí como por ejemplo planchas de esas que parecen locomotoras y aparatos de radio de cincuenta kilos de peso. Cada silla y cada lámpara son de un padre distinto, las mesas están rayadas y las alfombras presentan entrañables agujeros del desgaste...no sé en general mi impresión es que estos tíos han ido al mercadillo de chatarra, se han pertrechado con toda la porquería que han podido y han llenado con ella el garito para hacerse los originales, pero debo ser la única que piensa así porque el sitio está atiborrado y todo el mundo parece satisfecho de encontrarse dentro.
Tenemos que hacernos un hueco en la barra a golpe de rodilla y codo hasta que Bri logra colocar su gordo trasero en un taburete alto de madera que chirría de un modo siniestro y perfectamente audible a pesar del follón que hay. Yo ya estoy agobiada pero Bridget parece tan encantada como el resto de la concurrencia y mira a todos lados feliz de encontrarse en el meollo de la cuestión, así que hago de tripas corazón y fuerzo una sonrisa cuando el camarero ( un guaperas con más pluma que el canario de mi ya mencionada abuela y cara de estar harto de todo ) nos mira en plan "es vuestra única oportunidad, estoy supersolicitado".
- DOS MARTINIS POR FAVOR -le grito para hacerme oir mientras Bri me hace gestos como si yo estuviese siendo poco fina y no hubiese dicho "por favor"-.
- Y DE TAPA QUE VA A SER -me ladra el tío-.
- ¿ES GRATIS? -pregunto haciendo suspirar a Bridget-.
- NO NENA, AQUÍ TENEIS LA CARTA -me dice y me da casi en los morros con un panfleto plastificado tan largo como mi brazo-.
Yo se lo devuelvo al instante de modo parecido con un toque nada amistoso en su antebrazo.
- ENTONCES DOS MARTINIS, GENEROSO -le digo un poco mosca-.
"YO ME TOMARÉ UNAS BRAVAS" chilla Bridget sofocada como tratando de salvar no-sé-qué situación pero el plumífero no la contesta, se me encara en plan chulo y pregunta:
- ¿Y LO DE "GENEROSO" A QUÉ VIENE?
- PUES A QUE EN LA TASCA DE MI BARRIO ME PONEN TODOS LOS DÍAS ACEITUNAS POR LA CARA Y ENCIMA TIENEN SILLAS NUEVAS -contesto sintiéndome un poco fuera de mi con las mejillas ardiendo pero no de vergüenza sino de justa ira-.
- ¿Y QUÉ HACES QUE NO TE VAS CON TU CHOCHO A TU BARRIO A TOMARTE EL MARTINI? - me suelta el tío-.
Noto algo que no conozco en mi subir como un torrente de lava ardiente por mi garganta y que me hace gritar:
-¿QUE  TE PASA CON LOS CHOCHOS, ES QUE HAY QUE TENER POLLA PARA QUE ME TRATES COMO DIOS MANDA?
Este comentario fuera de lugar logra crear un momentáneo silencio a nuestro alrededor mientras Bri empieza a hacer "unk-unk-unk" como si fuese a vomitar ahí mismo en plan gato de la Dientes. Lo siguiente que me viene a los labios es "PORQUE SI TE GUSTAN TE LA ENSEÑO", pero en esto llega otro tío calvo con aire más machote y cara de jefe que nos pregunta:
- ¿Qué tal chicas? ¿teneis algún problema con el servicio de barra?
Veo que el canario palidece. Si le suelto al "sheriff" lo que pienso, apuesto a que el otro está en la calle dentro de diez minutos pero como no soy una mujer rencorosa aunque la vida me esté tratando tan mal, contesto en medio del repentino silencio:
- Qué va. Es que con este follón no hay quien se haga entender, quería explicárselo a este chico pero no nos estábamos entendiendo, ¿verdad? -le digo al camarero plumífero que ya está sudando frío el pobre-Queríamos dos Martinis y unas bravas, s'il vous plaît.
Este mensaje de tranquilidad logra restablecer el follón de hace unos segundos a nuestro alrededor: el mismo jefe nos pone los vermuts, el chico va a la cocina a por las bravas, y ya en esa atmosfera cordial Bridget se inclina hacia mi como si yo llevase un cuchillo de cocina en el bolso y susurra a mi oido:
- No sé qué tipo de hormonas están generando tus nuevas pelotas pero de verdad que estoy ACOJONADA, Sheila...
- Pero que dices, tonta -le digo haciendo como que no ha pasado nada- anda, mira esos dos pibitos de la corbatita de ahí, nos miran y se tiran del nudo de la corbata para abajo...yo creo que les ponemos.
- ...Sheila -me dice mi amiga en el mismo tono fúnebre y susurrante- te recuerdo que tu ahora no estás en situación  de andar tonteando con nadie y perdona que te lo diga así de clara, porque con los humos que te estás gastando igual me das un par de hostias, ¿eh, nena?
Es cierto, me siento rara, un poco como si no fuera yo misma, y voy a responderle algo tranquilizador a Bri pero en ese momento visualizo mis nuevas pelotas cargándose de espermatozoides y bombeando androsterona y testosterona como locas, con la puta de Glenn Close manejándolas a control remoto y partiéndose la caja por los buenos ratos que le estoy haciendo pasar, y siento ganas de agarrar un hacha y desguazar ese engaño de chiringuito en el que nos están cobrando una pasta por sentarnos en una tabureta que ya estaba montada antes de la guerra.
...luego apelo a mis ovarios, que espero sigan por ahí en el mismo lugar ignoto en donde han estado hasta ahora coexistiendo pacíficamente con mi cuerpo y sonrío al decir:
- Venga, Bri...¿a que consigo que esos chicos nos paguen estos martinis?
Bri, que sin duda habrá visto los complicados cambios gestuales que han seguido a todos mis razonamientos, agarra su martini y empieza a lloriquear.
Yo guiño un ojo a los dos ejecutivos de pacotilla y me preparo para la acción...

miércoles, 1 de mayo de 2013

En la consulta



La Dientes tiene su consulta en un apartamentucho de la zona menos recomendable de la ciudad, rodeada de locales de putas y pisos de camellos, donde aproximadamente la mitad del vecindario se dedica a asuntos considerados como mínimo "legalmente" dudosos. Como suele ocurrir en estas zonas, la gente no parece tener gran cosa que hacer y pasan la mayor parte del tiempo en la calle, bebiendo, escuchando música rap en vetustos radiocassetes de tamaño descomunal o atentando contra el maltrecho mobiliario urbano. De hecho justo frente al portal de la Dientes un grupito de jovenes en edad laboral y que evidentemente no están trabajando han conseguido poner boca abajo un contenedor de la basura y ahora lo están pintando de rojo con unos sprays. Al ver que les estoy mirando más tiempo de la cuenta, uno de ellos muy bajito y con una verruga en la punta de la nariz se me encara y suelta
-¿Qué pasa puta, tienes algún problema?¿Eres del servicio municipal de basuras?¿le tenías cariño a este contenedor en especial y te jode que lo estemos dejando guapo?
- No contestes -me sisea Bri- este está buscando bronca.
Yo opto por una sonrisa distraída como si no entendiese de que va el rollo y continúo caminando de la mano de Bri que de tanto que tira de mi amenaza con arrastrarme por el suelo si tropiezo, pero el bajito se me cruza e insiste:
- ¿Qué te pasa, puta, estás sorda? Te he hecho una pregunta.
Mientras sus amigotes subidos al contenedor le jalean "venga" y "dale duro, Tapón"; yo me he terminado por rayar, me suelto de la mano de Bri y gruño
- No han sido una, han sido tres, pero como respuesta te va a venir bien esta. ¿porqué no te metes la lengua en el culo, nos dejas en paz y vas a meterte con alguien de tu tamaño?...oh, disculpa, me quieres decir que no los encuentras tan bajitos si no van acompañados de sus padres...mmm, que mierda, entonces tendrás que ir a cascártela con tus amiguitos dentro del contenedor rojo para aliviar esa tensión interior.
La banda al completo queda muda durante unos largos segundos y yo misma me pregunto si soy yo la última que he hablado. Tapón parece azorado porque sin duda esperaba una respuesta en plan "por-favor-señor-no-me-pegue", después hace como que recupera el control de la situación, saca un pela-patatas del bolsillo de la chupa que me hace resoplar de incredulidad y gruñe:
- Vale, la has cagao, puta, te voy a hacer un chocho nuevo a la altura del ombligo.
...por suerte para ese instante Bri ya ha estado aporreando el timbre de la Dientes y es ella misma la que se asoma a la ventana y grita al ver el espectáculo:
- ¡YA EZTÁ BIEN CHICOZ, ZON AMIGAZ MIAZ! ¡JODED, TAPÓN, AZÍ QUE EZTOY TAN MAL DE CLIENTELA, ME ANDAZ EZPANTANDO AL PEDDZONAL Y AZÍ NO HAY MANEDDA!
El pequeñajo me mira, luego mira hacia arriba y dice en tono de disculpa:
- ¡ES QUE SE ME HA PUESTO CHULA, COÑO! ¿COMO VOY A MANTENER EN CINTURA A LA BANDA SI POR LO MENOS NO LA DOY UN PAR DE TORTAS?
- VOZOTRAZ NI CAZO, CHICAZ, EZ  UN PEDDO QUE LADDA MUCHO PEDO MUEDDDE POCO, AJ-JA-JA -aulla la Dientes desde ahí arriba para tranquilizarnos, luego mira a Bri, sonríe de oreja a a oreja y sigue gritando-...¡PEDO BDDIGET, CUANTO TIEMPO, EZTAZ INCDDEIBLE! ¿QUE TAL, YA ZE TE PAZÓ EL PICODD DE CHOCHO? ¿FUNCIONADDON LAZ AGUJAZ EN EL PUBIZ?
El semblante de Bri se pone ceniciento pues sin duda en su concepto de "privacidad del paciente" no entra comentar esas cosas a grito pelado en plena calle.
- ABRENOS DE UNA PUTA VEZ PURI QUE ME ESTOY MOSQUEANDO MOGOLLON -contesta mientras el Tapón y su banda se mean de la risa olvidados de la agresividad callejera por un momento- QUE TENEMOS UNA EMERGENCIA, COJONES.
...por fin la Dientes parece comprender que hay cosas que es mejor tratar en la intimidad de su consulta y corre a darle al botón del portero automático. La casa no tiene ascensor, y hasta el tercero en donde ella vive cruzamos por un gallinero improvisado en el primero atendido por un par de gitanillos que nos hacen abrazar el bolso a Bri y a mi, una pareja de ancianitas charlando en el segundo rodeadas de un intenso aroma a repollo y un montoncito de cacas de gato en la escalera que lleva hasta el tercero que Bri pisa en su precipitacion dando un pequeño resbalón.
- ...mecagüen la puta -gruñe mirando la suela del zapato y luego volviéndose hacia mi como si fuese yo quien se acuclilló justo en ese peldaño- ¿has visto todo lo que estoy pasando y todo por tu culpa?...no sé qué vas a tener que hacer para compensarme toda esta MIERDA, Sheila, de verdad que no lo sé...
Por suerte no me hace falta responder porque la Dientes ya nos está esperando en el rellano con una bata blanca llena de lamparones y los pelos rojos recogidos en un moño con un par de agujas en plan japonesa-fashion.
- ¡peddo que te paza, Bddidget cielo, que manedda de habladd ez eza! -cacarea sonriente- ...aaaah, haz pizado una caquita de Calígula...que gato malo, midda que le echo la bddonca cada vez que hace eztaz cozaz peddo ha cogido la coztumbdde y ya no hay manedda de educaddle. Pazad y ahodda te pazo el papel higienico padda que te limpiez el zapato, cielo.
No sé si la consulta de la Dientes está en activo, la sensación es que pasa por una temporada baja y por eso el piso tiene ese aspecto de haber recibido la visita de una banda de ladrones albano-kosovares desperdigando el contenido de armarios y cajones en el suelo en busca de objetos de valor. Cruzamos el pasillo saltando trastos y montones de ropa hasta llegar por fin a la habitación que sin duda está destinada a la atención al paciente: un cuarto pintado entero de blanco con una mesa negra, un armario metálico con aspecto de contener productos sanitarios y una butaca negra donde poder tumbarse pero en la que ahora duerme enroscado un gato amarillo con poco pelo ( Calígula sin duda ) que solo abre un poco un ojo para ver quien perturba su descanso.
- Chicaz, ya ziento tenedd que habladd aquí peddo eztoy cambiando todoz loz mueblez de la caza a vedd zi me equilibddo el yin y el yan que loz tengo fatal. Un poco de fen-zui, ya zabeiz, ha-ha-ha...
"¿"fenzui"?" le susurro a Bri mientras la Dientes desaparece un momento y vuelve de algún sitio con tres cervezas en la mano.
- ¿y bien, va a zer una conveddzación de chicaz o habeiz venido a zolicitadd miz zeddvicioz prddofezionalez?
- Es visita profesional, Puri. Aquí mi amiga tiene un problema...
La Dientes me contempla un rato con fingida simpatía pero también veo en sus ojos un brillo de victoria, veo que piensa "mira esta zorra presuntuosa que siempre me ha mirado por encima del hombro, ahora se ve obligada a bajar la testuz y pedir mi ayuda", se está sintiendo importante e imprescindible y es algo que me está costando soportar. Además todo lo que la rodea, barrio-edificio-y-piso me da un mal rollo increíble, pero aunque solo sea por Bri voy a darle unos segundos de sentirse victoriosa a esta zorra.
Hace un gesto muy jet-set señalándonos el sofá y dice ceremoniosa y profesional al mismo tiempo:
- Podd favodd, tomadd aziento...-todas contemplamos a Calígula unos largos instantes pensando que va a darse por aludido pero no mueve un pelo de su flaco y feo organismo, así que su mamá eleva un par de octavas el timbre y chilla- ¡CALIGULA MUEVE EL PUTO CULO O EZ QUE NO VEZ QUE MAMÁ TIENE TDDABAJO!
El bicho se larga dando bufidos y puedo ver perfectamente como se hace pis en la alfombra del pasillo a espaldas de la Dientes, sin duda por venganza, pero cuando abro la boca para señalárselo ella interviene:
- ...zi, dime, queddida..¿en que puedo ayudaddte?,,,¿qué ez lo que te aflige, el cueddpo o el coddazón?
Echo una mirada glacial a Bridget la cual hace como que sigue limpiándose la suela del zapato, abro la boca y en lugar de decir lo que pasa suelto:
- ...pues es más del corazón, tengo una temporada con el karma un poco chungo, tu ya me entiendes, y he pensado que alguien con tu understanding iba a...
- ¿A ESO LO LLAMAS KARMA CHUNGO? - exclama Bridget recuperada de pronto la conexión con la realidad- YO A ESO LE LLAMO UN PEDAZO-DE-RABO
Tengo que reir una vez más como la joven de mundo que soy y menear negativamente la cabeza en plan "estoy oyendo tonterías".
- ¿Entoncez eztamoz hablando de pddoblemaz con el sexo mazculino? -farfulla confundida la Dientes- Bueno no zé zi ezte el el lugadd maz adecuado padda...
- Estamos hablando de problemas con su sexo -susurra lúgubre Bri inmune al pellizco que le estoy dando en el costadillo para que cierre el pico-...su sexo...es masculino...
- ¿Mazculino? -repite la Dientes mirándome con las cejas levantadas- ¿Quiedde decidd que ez un hombdde veztido de chica?
- No. Quiere decir que era una chica pero ahora...bueno, Sheila hija, que parece que el problema es mío. Enséñaselo.
Para entonces ya me siento lo bastante acalorada y enojada como para seguir los pasos de Calígula, es decir, salir de allí zumbando y mearme en el pasillo, pero de nuevo las convenciones sociales me contienen y digo en un susurro amenazador:
- NO voy a enseñar nada, basta con explicarlo -después trago saliva y explico balbuceante-...se trata nada más que de la noche a la mañana me ha salido un......pene.
Los ojos de la Dientes casi echan a rodar tras sus gafas.
- ¿PENE?...ezo ez cientificamente imposible, Zheila...¿de veddad ez un pene, no eztaddemoz hablando maz bien de algo difeddente como pod ejemplo una vedduga?
Tardo unos segundos en traducir "vedduga" al castellano, que transcurren con la doctora expectante haciendo visajes como para animarme a hablar y Bri meneando la cabeza negativamente.
- No es una verruga -concluyo- es un pene. Tiene forma de pene, y responde como un pene.
- Doy fe, lo he visto -asiente solemne Bridget-, y he visto el suficiente número de penes previamente para saber que pertenece a la misma especie. De hecho, tiene hasta pelotas, ¿verdad Sheila cariño?
- SIIII, TENGO PELOTAS -tengo que rugir- Y NO ME GUSTA HABLAR DE ELLO.
La Dientes abandona el profesional puesto que hasta ahora ocupaba al otro lado de la mesa y empieza a ir y a venir de un lado a otro retorciéndose las manos.
- No, Zheila, la negación no ez la ddezpuezta...algo ha ocuddido en tu oddganizmo y la unica manedda de podedd ayudaddte ez que me lo enzeñez. Tenemoz que vedd zi ez un pene autentico o zolo una ddeacción pzicozomática a algún agente exteddno.
"Venga, a fin de cuentas estás entre chicas" me digo para infundirme valor "te has pasado la vida despelotándote en los vestuarios femeninos y no se te ha movido un pelo, ahora es lo mismo, ¿vale?"
Me pongo en pie con un resoplido de disgusto, echo mano al botón de la cinturilla de mis vaqueros y compruebo que tanto Bri como la Dientes dan un paso atrás y contienen la respiración. Pero es un poco tarde para sentir escrúpulos y además mi nuevo apéndice está francamente incómodo aplastado bajo el escueto espacio que dejan mis braguitas, por lo cual me bajo el pantalón hasta mitad de los muslos y luego con un discreto suspiro de alivio saco al tiburón a tomar un poco el aire.
- Cieloz...-susurra mi doctora-...¡cddeo que me he puezto un poco cachonda!
...estamos apañados...