lunes, 29 de abril de 2013

Un rato después



Me despiertan los golpes de Bri en la puerta.
- ¡Pero tía!...¡que me estás asustando, cojones!...¿llamo a seguridad para que echen la puerta abajo y te encuentren espatarrada en una posición indigna o prefieres abrirme y contarme lo que te pasa?
Bridget habla como si yo hubiese estado jadeando o balbuceando algo, de nuevo me da la sensación de llevar un rato despierta sin saber lo que he estado haciendo, pero en ese momento mis ausencias temporales es el menor de mis problemas...
Mordiéndome los labios hago acopio de valor y echo una mirada hacia lo que ocurre por debajo de mi ombligo, implorando a todo ese santoral que tan abandonado he tenido los treinta años anteriores que todo haya sido un sueño y no me encuentre ahí nada más que mi viejo y entrañable chocho...
... pero no. Aunque ha dejado de asomar esa grotesca cabezota por encima del elástico de mis braguitas, continuo luciendo ahí abajo un paquete que de no estar ubicado entre mis piernas, me hubiera suscitado un suspiro de admiración.
Ahora lo que consigue es hacerme gimotear y morderme los nudillos porque si esto es así, ¿cuanto tardará en salirme barba y crecerme la nuez?
Bridget ha perdido definitivamente la paciencia ahí fuera y grita:
- ¡Bien, voy a llamar a los seguratas, y después no intentes hacer que me sienta responsable si eres la comidilla de la empresa los siguientes tres meses!
...quiero contestar a Bri pero no puedo evitar desear efectuar una comprobación para responder a una pregunta crucial: ¿seguirá mi chocho ahí abajo, o habrá desaparecido tras esta transformación? Solo hay una manera de responder a esa cuestión y es introducir los dedos en la guarida de la bestia y ver que se extiende más allá de ese pedazo de rabo y las dos gordas pelotas que parecen ir a continuación.
Si alguien me hubiese dicho que en un futuro iba a meter la mano en un paquete masculino bien dotado como quien la mete en un frasco lleno de cucarachas, me hubiera reído, pero en esta ocasión es justo eso lo que siento ahora. Me espeluzna comprobar que tengo "tacto" en la cosa, que puedo sentir mis dedos deslizándose entre todo ese berenjenal de trastos que no sé como colocar, pero emito un suspiro de satisfacción al sentir que justo ahí, en la base de mis dos nuevas pelotas, sigue estando mi querida rajita...
"Mujer, mira el lado positivo" murmura doña Pragmática tras tragar sonoramente saliva "Te has convertido en un organismo privilegiado, posees todas las funcionalidades para satisfacer y disfrutar a cualquiera que te cruces por delante, ¿no es estupendo y muy original?"
"No, no es estupendo ni original. Soy una chica y me gustan los tíos. Aún suponiendo que esto no sea nada canceroso ni radioactivo,  ¿que pinto yo dando tumbos con una polla por ahí?"
Demasiado tarde me doy cuenta que Bri ha entrado a la cabina de al lado y encaramada a la taza, me está contemplando desde arriba con ojos desorbitados.
- ¡JODER SHEILA PERO COMO NO ME HABÍAS CONTADO NUNCA ESTO!
Ha visto mi nueva polla y creo que si no se ha caído de espaldas es porque no tiene espacio para hacerlo.
-...pero un momento...-sigue diciendo como para sí misma- ...no puede ser, el verano pasado estuvimos yendo juntas a clase de aqua-gym para ver si nos follábamos a ese monitor que luego resultó ser mariquita, allí te vi en las duchas y NO tenías...ESO...¿qué has estado haciendo todo este tiempo?¿te estás hormonando?¿te sientes hombre y estás en plena transición de cambio de sexo?...joder, Sheila, ¿NO DEBERÍAS HABER COMPARTIDO ESO CON TU MEJOR AMIGA?
Ahora no veo la cabeza de Bri, está mascullando palabras y maldiciones ahí al lado, pero alcanzo a decirle lloriqueando:
- ¡Bri, te juro que ayer noche yo no tenía eso ahí, esta mañana me levanté y..,
-  Y APARECIÓ EL RATONCITO PEREZ DE LAS POLLAS Y TE DEJÓ UNA A CAMBIO DE UN EMPASTE, ¿ESO ME VAS A DECIR, SHEILA?...PERO POR DIOOOOOOS...
Si hay algo que me inquieta tanto o más que mi nuevo apéndice es que gracias a los gritos de Bridget toda la oficina se entere de lo que se cuece en mi entrepierna, por lo cual hago acopio de fuerzas, salgo de mi habitáculo e irrumpo en el de mi amiga tras un largo forcejeo lleno de resoplidos y más imprecaciones.
- Escucha - la digo jadeante mientras ella se queda subida a la taza y me amenaza con la escobilla del WC- te prometo que si hubiese tenido la más mínima intención de hacer algo tan increíble como un cambio de sexo, te lo habría contado antes de ponerme esto...no quiero ser un hombre, Bri, te lo juro, y tampoco sé como ha pasado..."esto"...
- En cualquier caso, no te acerques ni me pongas la mano encima...no es que quiera portarme como una perra cuando quizás y suponiendo que sea verdad que te has encontrado con ese regalo de la noche a la mañana, lo que necesitas ahora es apoyo y todo eso, ya lo sé...¿pero se te ha ocurrido pensar que eso PUEDE SER CONTAGIOSO?...lo único que me faltaba a mi además de este pelo de rata, los quince kilos de más y un asco de cutis es lidiar con un tiburón como ese entre las piernas.
El sumar a mi estatus de monstruo de feria el de agente infeccioso termina por derrumbar mis defensas y acabo sentada en el suelo lloriqueando e hipando "por-quee-a-miiii".
-...bueno tía, vamos a relajarnos y a pensar -termina por decir mi amiga bajando de la taza del váter de un saltito, supongo que ablandada al verme tan hundida- ¿cuando te acostaste anoche tenías algo ahí?
-...no...bueno, creo que no...
- "¿creo que no?" -se escandaliza Bri pasando por encima de mi de otro saltito- ¿que mierda de respuesta es esa? ¿te estuviste poniendo con algo? ¿te dio algún chico alguna pastilla diciendo "tranquila que te vas a poner a tope y vamos a pasarlo en grande"?...Sheila, que ya somos mayorcitas...
- No recuerdo nada...fui a llevar a mi madre en coche a su casa y lo último que recuerdo es el estar conduciendo de vuelta a la ciudad...
Es mentira, recuerdo el quedarme tirada y la aparición de esa cosa con la apariencia de Glenn Close hablándome de "tratos sí-o-sí", pero contarle esa película a Bridget me parece poner a prueba su paciencia y su credulidad. La necesito ahora y no quiero que salga corriendo llamando al loquero, así que dejo la historia ahí, logrando que chasquee la lengua.
- Tiene que haber más, pero no te acuerdas. Seguro que al llegar a la ciudad te metiste en un garito, algún guaperas te invitó a tomar algo y de paso te metió en alguna movida en la que no quiero ni pensar...pero bueno, vamos a tomar el control, Sheila, ¿de acuerdo? No voy a dejarte tirada aquí con ese pedazo de polla entre las piernas sin hacer nada por ti, porque soy tu amiga y las amigas están para estas cosas.-espera a verme asentir temblorosa y al notar que ha captado mi atención continúa- ...vamos a seguir con el plan 1, decimos que te encuentras mal, yo te acompaño para llevarte a urgencias y en vez de eso te llevo a la consulta de una sexóloga amiga mía que es una puta máquina y seguro que nos da una solución al problema.
- ¿Una sexóloga? ¿no será la Dientes?
La Dientes es una flacucha pelirroja con el cuerpo cubierto de pecas, unas gafas que aumentan sus globos oculares de un modo inquietante y sobre todo, un montón de dientes impresionante que hacen pensar si no habrá recibido el trasplante completo de la piñonera de algún herbívoro cuadrúpedo. Mi desconfianza no tiene nada que ver con su inquietante aspecto físico, sino por los nefastos resultados que Bridget ha obtenido cada vez que se ha puesto en sus manos.
- Si, la Dientes...¿pasa algo?
- ¡Joder, Bri!...la última vez que te hizo una acupuntura en el monte de venus para ayudarte a canalizar tu energía sexual estuviste seis meses rascándote ahí abajo de una manera que no era bonita de ver...
- Eso que tienes tú ahí abajo SÍ que es feo de ver -ha gruñido Bridget a la defensiva- La Dientes como tu la llamas, que por cierto se llama Puri y bien lo sabes, aplica técnicas que no tienen que ver con la medicina convencional, son cosas nuevas y que están muy poco estudiadas y por eso a veces hay efectos secundarios insospechados pero TE ASEGURO que si no hubiese sido por esa acupuntura yo no sería la mujer estable que soy ahora sino que andaría todo el día con la braga puesta en la cabeza. Ella tiene una mentalidad abierta e innovadora que va a mirar tu caso con unos ojos como Dios manda, cojones...si te vas a la seguridad social a tu médico de cabecera primero le dará un patatús y luego te mandará espatarrarte para hacerte unas fotos con el móvil y hacerse famoso al descubrir el primer caso de transexualidad instantánea de la historia...con lo serio que es ese asunto Sheila hija y vienes tu con este papelón...
Solo finjo que me dejo convencer porque lo que quiero ahora es salir del edificio y pensar con calma en una solución en algún sitio lejos de todo esto. Me vuelvo a abrochar los pantalones, no sin cierto esfuerzo porque "la cosa" no ha recuperado del todo su formato de bolsillo, y salgo colgada del brazo de Bri que ha apeado por el momento sus temores de contagio hasta que hagamos la pantomima para salir de la oficina. No me costará fingir porque el susto de órdago que me he llevado me tiene el semblante descompuesto y la piel de un color pálido azulado como si fuese a palmarla en cualquier momento.
- Mira, de paso conocerás a la nueva jefa de personal y así matas dos pájaros de un tiro -me susurra mi amiga cuando llama a la puerta del despacho-. Tu no tienes que decir nada, estás enferma, seré yo la que hable, ¿de acuerdo?
Casi me caigo sobre el trasero cuando sentada tras la enorme mesa de despacho, con un traje blanco de dos piezas mega-muerte de fashion y la ciudad a su espalda a través de los ventanales me encuentro...¡a la puta de Glenn Close, la misma que me colocó este rabo entre las piernas!
- Hola señora...tenemos que hacer una salida de emergencia, mi amiga se encuentra mal y voy a acompañarla a urgencias.
Glenn se pone en pie haciendo gala de un tipo estupendo, sonríe como si lo que hubiese oido fuera "ese modelo la sienta divinamente" y rodea la mesa diciendo:
- ¡Vaya, que desoladora forma de conocernos!...espero que se encuentre bien, señorita...
Ha hecho una pausa peliculera como para que yo me presente a continuación, pero yo estoy concentrada en  decidir si bajo los pantalones blancos y unos espléndidos botines de ante negros hay dos pies humanos o dos patas de cabra como las que vi anoche, por lo cual es mi socorrista improvisada quien responde:
- Yo soy Bridget, y esta es Sheila...Sheila, cariño, ¿te encuentras mejor? ¿puedes hablar?
Cuando Glenn da un paso más hacia mi con esa sonrisa llena de dientes retrocedo unos cuantos pasos y tenso los músculos de la mandíbula para evitar que mi yo "zorra-cagueta" se ponga a gritar como una loca. Esto hace dilatar las pupilas a Bri, que se vuelve y articula con los labios algo como "NO-TE-PASES" antes de decir:
- Ay, ya la ve, como un animalillo, tiene que perdonarla...nos vamos, no podemos perder un minuto más.
Pero Glenn sigue sonriendo como si la hubiesen dicho "por-favor-tómese-otro-martini" y pregunta con los ojos un poco vidriosos:
- Claaaro, claaaaro...¿pero puedo saber cual es la naturaleza exacta del problema de esta encantadora señorita? Solo para rellenar el informe pertinente que tendré que enviar a sus jefes de sección, nada más...
- Diarrea explosiva -ataja Bri nerviosa porque me ve un poco fuera de mi misma y piensa que voy a montar un numerito-...hemos salvado la primera andanada en el servicio de señoras, pero si seguimos mucho más tiempo aquí puede que arruinemos la alfombra esta tan estupenda que tiene aquí puesta...así que si nos disculpa...
Evidentemente super-zorra-Glenn no se ha creído ni una palabra porque continúa ahí como si se estuviese mordiendo los carrillos por dentro para no reventar a carcajadas y ninguna prisa por dejarnos salir zumbando que es lo que me pide a gritos mi organismo.
- Bien, bien, corran entonces...pero no olviden traerme los correspondientes justificantes de haber sido atendidas en un centro hospitalario o tendremos que empezar nuestra relación laboral de un modo poco deseable, ¿de acuerdo, queridas? -luego se vuelve a mi un momento con los ojos brillantes y añade- Nos vemos pronto, cielo. Voy a hacer un seguimiento exhaustivo de su estado, no se preocupe, va a contar con TODO el apoyo que necesite por parte de esta jefatura de recursos humanos, ¿okey?
De verdad creo que voy a vomitar sobre esa maravilla de alfombra, así que me doy media vuelta y salgo corriendo mientras Bri hace una pequeña reverencia soltandole un "enchanté mademoiselle" y sale tras mío mascullando tacos...

No hay comentarios:

Publicar un comentario